El dinero es como el estiércol
Julio Sánchez Mingo
—¡Qué les den! ¡Qué trabajen! ¡Qué
dejen de mendigar! Menos ayudas y más doblar la espalda. Todos
pensando en la renta básica. Como esos negrazos, que cruzan el
Estrecho para vivir a la sopa boba del estado de bienestar, de todos
nosotros.
—Pero hijo, son personas. Hay que
ayudarlos. Huyen del hambre, la
miseria, las
guerras, el Ébola, del infierno
de Pademba Road1.
No se puede ser tan egoísta. Tú has tenido mucha suerte:
hemos podido pagarte una carrera, inglés en USA y un máster. ¿No
puedes compartir algo de ese dineral que ganas, aunque sea vía
impuestos?
—Siempre ha habido ricos y pobres. ¡Qué
se jodan! Qué se busquen la vida en Alemania, que allí tienen mucho
dinero.
—Los
necesitamos, por economía y por demografía. Cuando viajo por la
noche en metro, casi todos mis compañeros de vagón son inmigrantes
de variopintos orígenes. Regresan de trabajar. Yo sé que a muchos
de vosotros os incomodaría esa situación. Pero yo pienso que, gracias a su aportación,
podré seguir cobrando mi pensión.
De verdad, no
sé para qué quieres amasar tanta fortuna. Como dice el banquero
Luzón, enfermo avanzado de ELA: "El dinero es como el
estiércol, de nada sirve si no se esparce".
Y yo añado que también huele mal.
PD. La moraleja de este relato es
aplicable a individuos, colectividades y naciones.
1
El
infierno de Dante está en una cárcel de Sierra Leona. Artículo de El País de 24-12-2019.
El
próximo martes 18 de febrero de 2020 tendrá lugar, en el Auditorio
Nacional de Música de Madrid, un recital de Ainhoa Arteta a
beneficio de la Fundación Luzón.
La
Fundación Luzón se dedica a la mejora de las condiciones en las que
viven los pacientes de ELA y sus familiares y a impulsar la
investigación para el desarrollo de remedios contra esta enfermedad.
El dinero ha servido para el desarrollo de la humanidad. Pero ha causado muerte, pobreza...
ResponderEliminarSi nos descuidamos, su mal uso, junto con el de otros magníficos inventos (energía atómica...), puede contribuir a nuestra destrucción.
¡Pobre género humano!, tan genial y tan torpe al mismo tiempo.
Magnífica pintura de Gonzalo Silván.
ResponderEliminarPoderoso caballero...
ResponderEliminarYo no lo he deseado nunca, estoy segura de que debe ser dificilísimo que no te pervierta.
Las mentes que no empatizan, solo reaccionan a lo que les ocurre. Solo cambiarán de opinión si se ven directamente afectadas. Puede que exista una desproporcionada cantidad de personas sin empatía, y así nos va.
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