Entrevista a Pedro Sánchez
Cuestionario remitido al presidente del
Gobierno
Julio Sánchez Mingo
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03-02 2022 Cartel abandonado sobre la cerca de una finca ganadera en Rascafría (Madrid). J. S. M.
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Pregunta. Hay gente que le considera una mala persona. ¿A qué cree que es
debido?
P. ¿Por
qué no resulta simpático cuando trasluce que trata de serlo?
P.
Su trayectoria académica,
profesional y política, hasta alcanzar el poder, no fue relevante.
No me quito el currículum de Mario Draghi de la cabeza, a pesar de
sus muchos errores y, también, aciertos. ¿No debería ser siempre
el candidato a presidente del Gobierno alguien con óptima formación
y una larga e intensa experiencia, con un vasto y sólido bagaje?
P. ¿Cómo es posible que los votantes de
Madrid tiraran piedras contra su propio tejado —Sanidad
y Educación—
y prescindieran de una persona de la talla intelectual, profesional y
política de Ángel Gabilondo, en beneficio de alguien con una hoja
de servicios paupérrima como Ayuso? ¿Se vota más con las vísceras
que con la razón? Por sus hechos los conoceréis, dice el Evangelio.
En la era de la comunicación, ¿importa mucho más lo que se dice y
cómo se dice que lo que se hace y cómo se hace?
P.
¿No resulta usted muchas veces demasiado cortante y suficiente?
P.
¿Padece del síndrome de Hubris?
P.
La gestión de la pandemia ha sido un caos, con cada actor político,
judicial y sanitario opinando y haciendo a su manera. ¿Ha puesto
ello de manifiesto que nos hemos dotado de unas estructuras
complicadas, ineficaces, que no dan respuesta a las necesidades
reales del conjunto de la ciudadanía?
P.
Por concepto, no hay nada más antidemocrático que una monarquía.
Las bases de su partido son mayoritariamente republicanas. ¿Por qué
usted y los otros dirigentes socialistas apoyan esa forma de estado?
P.
Ofrecen unas cifras de crecimiento razonable, aumentan las
cotizaciones a la seguridad social, disminuye el desempleo, se baten
registros de recaudación de impuestos, logran la cuadratura del
círculo con el consenso de empresarios y sindicatos a su reforma
laboral, las transferencias a las CCAA de fin de año llevaron al
superávit de éstas… ¿Por qué se venden usted y su gobierno tan
mal?
P.
La deuda no cesa de crecer. Para muchos nos lleva a la ruina. ¿Nos
estrellaremos?
P.
La reforma de las pensiones de Rajoy hubiera llevado a la penuria a
muchos de los mayores del país. Su contrarreforma, la paguilla
y el aumento de sus cuantías han dado un vuelco a la situación.
¿Cree que se lo van a agradecer y que el colectivo de los
pensionistas lo apoyará en las próximas elecciones?
P.
¿Están aseguradas las pensiones públicas a futuro?
P.
¿Desaparecerá el Estado del Bienestar y sólo accederán a la
sanidad los que tengan dinero para pagarla, según el modelo
neoliberal de Casado y Ayuso?
P. ¿Sucederá
lo mismo con las pensiones públicas y se dará paso a los planes de
pensiones privados?
P.
Se le acusa de estar rompiendo España y de plegarse al chantaje
diario de los independentistas para conservar el poder. ¿No
es hora de definir de una vez por todas lo que somos y dónde
queremos ir?
P.
Desde la izquierda ortodoxa se considera que sus políticas
económicas y sociales favorecen a los poderes fácticos, aumentando
la desigualdad y empobreciendo a las clases medias. ¿Le falta valor
para oponerse a la dictadura del capital, eufemísticamente llamada
mercados?
P.
La UE se ha convertido en el máximo garante de la economía
capitalista salvaje y de la libre competencia como dogma de fe, que
atiende a las empresas y se olvida de los ciudadanos. ¿Terminará
fracasando por este motivo?
P.
Es obvio que España requiere descentralización, que el desarrollo
económico sea armónico a lo largo de toda su geografía y que los
servicios públicos lleguen a todos los ciudadanos en igualdad de
condiciones. Sin embargo la percepción del hombre de la calle es
que las CCAA son reinos de taifas, estructuras administrativas
creadas para favorecer a amigos y a militantes de partidos, que
generan graves desigualdades territoriales. Por ejemplo, ¿es
razonable que existan en un país pequeño mediano diecisiete
sistemas de salud? ¿No se está tirando el dinero y ofreciendo,
además, unas prestaciones sanitarias dispares que día a día van a
peor?
P.
¿Son aceptables las diferencias fiscales de unas regiones a otras?
P.
¿Tiene sentido que haya más de ocho mil municipios soberanos,
muchas de cuyas decisiones y actuaciones van en contra del bien
común, perjudican a sus vecinos, dañan el patrimonio natural y
urbano, incluso afectando a comarcas enteras, aunque sean legales?
¿Quién protege a las personas, la naturaleza o el patrimonio
histórico de esos desmanes?
P.
Estos días su gobierno anuncia unas medidas
de descentralización de las futuras sedes de instituciones públicas
del Estado con las que confía combatir la despoblación. Mientras
tanto, ya se está desarrollando la Operación
Chamartín, ahora Madrid Norte, que concentrará más población y
actividad en la capital —no
olvidemos que en este caso el gran especulador es el ministerio de
Fomento—.
Al mismo tiempo, el ministerio de Defensa —otro
gran especulador, recordemos el Parque de Ingenieros y el Taller de
Precisión de Artillería—
planifica la Operación Campamento que saturará aún más la ciudad,
más hormigón, más tráfico, como en Chamartín, en lugar de crear
una gigantesca zona verde, que alivie la descomunal contaminación
del espacio donde habitan más de dos millones de personas. Mientras,
el madrileño no recaba nada positivo y vive en una localidad cada
vez más densa, cara e inhabitable. Eso sí, el alcalde se frota las
manos ante el previsto aumento de recaudación. ¿No es todo ello
incoherente con su discurso descentralizador? ¿No se
trata de desarrollismo negativo al
más puro estilo franquista?
P.
Ustedes, los gobernantes españoles, han olvidado que el ciudadano
debe ser el rey. El trato que recibe el hombre de la calle por parte
de las AAPP es lamentable y prepotente. La transformación digital es
una quimera que no alcanza a la persona física, una cortina de humo
para ocultar unos pésimos servicios. La infinidad de páginas web de
los organismos oficiales son rematadamente malas, confusas,
inconexas, engorrosas, hacen caer en bucles que desquician a
cualquiera. De esta forma, se está discriminando a gran parte de la
población, no digamos a las personas mayores. La cita previa se ha
convertido en el vuelva usted
mañana del siglo XXI, con
plazos para gestiones simplísimas de quince o más días y una
operativa farragosa que no está al alcance de todos, especialmente
los ancianos. ¿Son conscientes ustedes de que están fracasando
estrepitosamente? ¿No se dan cuenta de que los —con
razón—
denostados bancos funcionan mejor que las instituciones públicas?
P.
España es un país donde se cometen grandes desafueros, continuos
fraudes de ley, casi siempre con la connivencia y la pasividad de las
AAPP, que perjudican a la colectividad y al medio en el que se vive.
Ahora me vienen a la mente
casos como el de los riegos ilegales de Doñana, el envenenamiento
del Mar Menor, la urbanización de la isla de Valdecañas
—precisamente promovida por un
gobierno regional del PSOE—, la
destrucción de la costa, las construcciones irregulares, los
asentamientos de chabolas, los ríos convertidos en cloacas y sus
cauces inundados de plásticos, los vertidos indiscriminados o, a
otro nivel, un ayuntamiento que permite la terraza al aire libre de
un bar a seis metros de distancia de la ventana de un dormitorio, o
un empresario de hostelería que planta una ruidosa y pestilente
chimenea donde no está permitido. O, aún peor, la explotación
laboral bajo los plásticos de los invernaderos, los salarios de
miseria, la contratación ilegal. Los tribunales no dan abasto, las
sentencias se incumplen y estamos fracasando como sociedad donde se
respeten unos a otros. ¿Se podrá terminar algún día con esas
políticas de hechos consumados, con estos procederes de listillos
inmorales —ávidos
de dinero—,
individuos irresponsables y
administraciones corruptas?
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13-02-2022 Asentamiento de chabolas a orillas del río Guadarrama. Imagen tomada desde el puente de hierro de la desmantelada vía férrea Madrid-Goya a Almorox. J. S. M.
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De
educación, cultura, inmigración, Ucrania, geopolítica, el
aprovisionamiento de gas y petroleo, Irak, Yemen, el respeto a los
Derechos Humanos de las superpotencias, el mar de la China, los
minerales estratégicos, Guantánamo —como
territorio ocupado y como cárcel—
hablaremos otro día, que aprovecharemos para recordar a Juantxu
Rodríguez y José Couso.
Dice un
escritor mexicano amigo mío que los jefes de Gobierno suelen ser
enfáticos y elocuentes —no veraces ni sensatos— en su retórica.
No voy a solicitar un comentario a modo de respuesta a esta
aseveración.
Muchas gracias.