27 mayo 2023

Vinicius Júnior

Julio Sánchez Mingo

 



A raíz de los insultos proferidos contra el jugador brasileño del Madrid cuando juega en muchos campos de fútbol españoles fuera del Bernabéu, que han alcanzado su mayor proyección pública ante la reacción del jugador en Valencia el domingo pasado, se ha abierto el debate de si éste es un país racista. Incluso un amigo argentino, descendiente de almerienses que emigraron a principios del siglo XX al Río de la Plata, recababa esta semana mi opinión sobre el tema. Tiempo atrás, él y su familia, de visita por España como turistas, no habían percibido que existiera racismo.

Yo creo que somos un país clasista, muy clasista, donde el origen o el color de piel no tienen mucha importancia, pero sí la extracción social. Se desprecia al cocinero o al albañil ecuatoriano porque es pobre, al igual que al senegalés que vende baratijas en el metro o al bracero magrebí. Sin embargo, a un alto ejecutivo de piel negra, impecablemente trajeado, que acude a un selecto restaurante, todo el mundo lo respeta. A unas jovencitas chinas que se pasean por Serrano, cargadas con bolsas de establecimientos de lujo, se les hace la ola. Sus compatriotas, que viven y abundan en Usera, un barrio de trabajadores de toda la vida, al que por hacer la gracia se llama Chinatown, sí son objeto de menosprecio, desdén y discriminación. A causa del clasismo imperante se vive tanto de las apariencias.

A Vinicius Júnior lo insultan porque saben que así lo enervan, lo sacan de sus casillas. Su objetivo es descentrarlo para que no juegue bien. Han dado con su flanco débil. Es también odio al contrario, que muchas veces es superior en el juego subyace un complejo de inferioridad― y falta de deportividad. Por el mismo motivo se injuria a Guardiola, cuyo físico es netamente español. ¿Por qué no se meten con los demás futbolistas negros del Madrid? Hace años, los seguidores del Atleti de Madrid cantaban en la grada: “Caminero, Caminero, te has trincado a la mujer de un compañero… “, en alusión a Carolina Baldini, mujer del entonces jugador del equipo el Cholo Simeone.

La gente en el estadio se desinhibe, se comporta de forma maleducada y grosera, y descarga sus complejos y frustraciones sobre el equipo rival y sobre algunos de sus componentes en particular. Tanto es así que en el campo de fútbol de un colegio cercano a casa han tenido que colgar un cartel cuya imagen encabeza estas líneas. Sin embargo, con el clasismo, y los complejos de inferioridad, la gente carga todo el día, desde que se levanta hasta que se acuesta, viviendo de las apariencias, sin que el color de la piel ajena le preocupe mucho.


20 mayo 2023

Altea, siglo XXI. Sin saneamiento

Julio Sánchez Mingo

 


En 1950, Deleitosa, en la provincia de Cáceres, carecía de agua corriente, alcantarillado y saneamiento de sus aguas residuales.

En Altea, una de las mecas del turismo valenciano, alicantino por más detalles, en 2023, ya avanzado el siglo XXI, las viviendas de cientos de sus pobladores veraniegos, muchos de sus residentes permanentes y unos cuantos establecimientos hosteleros no están dotados de sistemas de tratamiento modernos y eficaces de sus aguas fecales, que son vertidas a fosas sépticas. Una depuración de aguas deficiente va asociada a la transmisión de enfermedades diarreicas como el cólera y la disentería, así como la fiebre tifoidea, las lombrices intestinales y la poliomielitis. También agrava el retraso del crecimiento y contribuye a la propagación de la resistencia a los antimicrobianos.

Pero, ¿que ha hecho este consistorio para ofrecer un servicio urbanístico básico como el saneamiento a las personas que desde 1966 se alojan en uno de los complejos de apartamentos de la partida de Cap Blanc, una de cuyas construcciones no creo que baje de los cincuenta metros de altura, es la más alta de la localidad no pasa desapercibida y es el emblema del desarrollismo turístico del municipio? ¿Y a las que se han ido sumando, como varios edificios de apartamentos, un extenso camping y la clientela de bares y restaurantes? Nada, a lo sumo poner pegas y quitarse el problema de encima de mala manera, haciendo uso de todo tipo de argucias legales para lavarse las manos. Así han forzado a que dicho camping y un quiosco de comidas de afluencia multitudinaria se hayan tenido que conectar a la red de Alfaz del Pi, término colindante y distante, en este segundo caso, 650 metros. Por el gobierno alteano han pasado en los últimos decenios Compromis, PP y PSOE, algunas veces apoyados en agrupaciones variopintas o formando coaliciones de distinto pelaje. Todos cortados por el mismo patrón, a juicio de este comentarista.

La Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, establece las competencias de las entidades locales. De entre todas ellas, cabe destacar las competencias en materia de medio ambiente urbano, parques y jardines públicos, gestión de los residuos sólidos urbanos, así como el abastecimiento de agua potable a domicilio y la evacuación y el tratamiento de las aguas residuales.

En particular, entre las actuaciones que deben realizar los municipios en materia de saneamiento se encuentran las siguientes:

• Prestación del servicio de alcantarillado.

• Planificación de la red municipal de alcantarillado, de acuerdo con la planificación urbanística.

• Construcción de la red municipal de alcantarillado, así como su mantenimiento.

• Establecimiento de las correspondientes tarifas del servicio de alcantarillado.

• Control de los vertidos a las redes municipales.

• Establecimiento de las zonas que deben contar con sistemas de saneamiento individual, debido a que la red municipal de alcantarillado no las alcanza.

• Elaboración de los proyectos de obras, tanto de las redes de saneamiento como de las estaciones depuradoras de aguas residuales, EDARs.

• Ejecución de los proyectos de obras de las redes de saneamiento y de las EDARs, financiando estos proyectos con cargo a sus fondos.

• Gestión de todas estas instalaciones, y en especial de las EDARs, gestión que puede realizarse de forma conjunta con otros municipios.

La titularidad municipal del servicio no implica que la gestión de las EDARs deba ser llevada a cabo por los ayuntamientos directamente, pudiendo encomendarse estas competencias al sector privado y crear mancomunidades o consorcios que optimicen la prestación del servicio de abastecimiento y saneamiento.

Generalmente, con el pago del suministro de agua potable se satisfacen también los costes de alcantarillado y tratamiento de aguas residuales. Así funciona en Altea, donde es Aguas de Altea, empresa creada en 2008, la que gestiona los servicios de titularidad del ayuntamiento de la localidad integrados en el denominado ciclo integral del agua abastecimiento domiciliario de agua potable, alcantarillado y bombeo de aguas fecales. Sarcástico resulta que en la presentación de la página web de esta sociedad se diga que: “… A través de la gestión desarrollada por Aigües d'Altea, el Ayuntamiento vela porque todos los ciudadanos tengan garantizada, en las mejores condiciones, la prestación de este bien básico y fundamental… ”.

Seguramente a causa de la falta de un plan parcial de urbanismo de la zona que nos ocupa, y que nadie está interesado en desarrollar, ni los vecinos ni la corporación municipal que no ha estado dispuesta desde hace muchos años a invertir un solo euro en mejoras para esa zona más que consolidada, nos encontramos en una situación que se podría calificar de kafkiana, que ofende el sentido común.

Al parecer, según lo comunicado verbalmente por funcionarios municipales en una reunión mantenida en el pasado mes de marzo, el mayor de los complejos turísticos de Cap Blanc, al que he hecho referencia más arriba, se encuentra fuera de la legalidad, en situación de fuera de ordenación, lo que significa que el edificio no se ajusta al planeamiento urbanístico vigente, Plan General de Ordenación Urbana de Altea, debido a que no dispone de los servicios mínimos que establece la ley (Artículo 186 y siguientes de la LOTUP). Ello impide la concesión de cualquier licencia urbanística, sea del tipo que fuere, incluso de obra menor, siendo necesario para este fin, y sin perjuicio de lo dispuesto por dicho plan general, dotar a los elementos que comprenden ese complejo de suministro de agua potable así como de tratamiento de aguas residuales conforme con lo establecido por las normas en vigor.

¿Quién es el culpable de que desde el año 1966 no se haya actuado de forma correcta, de acuerdo con la Ley? ¿Por qué el ayuntamiento de Altea no se asoció con el de Alfaz del Pi cuando se urbanizó el núcleo del Albir para ofrecer de forma conjunta los servicios relativos al tratamiento de aguas residuales de los espacios colindantes, el nuevo desarrollo urbanístico y la partida de Cap Blanc? ¿Para qué sirve la diputación provincial? ¿Por qué han tenido que ser algunos vecinos los que negociaran y obtuvieran el tratamiento de aguas residuales del municipio adyacente? Me pica la curiosidad saber si en el recibo del agua potable que pagan sus fincas se les incluye también el coste del saneamiento. Sería el colmo de la desfachatez.

Para poner la guinda al pastel, todo el frente litoral de la partida de Cap Blanc fue dotado hace pocos años por la Dirección General de la Costa y el Mar vulgo Costas, que asume la gestión del dominio público marítimo-terrestre y el desarrollo de las políticas de conservación de la costa y el mar, de un pretencioso paseo marítimo, que carece de alcantarillado. Un enrejado al borde de la calzada recoge las aguas pluviales y todo tipo de residuos, de forma que se ha ido colmatando el terreno subyacente. Como resultado, en cuanto caen dos gotas, los charcos y balsas dificultan y hacen peligrosa la circulación de vehículos.

PD. Por su interés, incluyo el enlace a un artículo que analiza la situación legal de los vertidos incontrolados que se realizan tanto al Dominio Público Hidráulico como al Dominio Público Marítimo Terrestre o, directamente, al medio más insospechado: núcleos urbanos, monte público, zona de labranza, coto privado de caza o cualquier otro lugar no habilitado para vertido alguno. Todo ello con conocimiento de toda la sociedad.

https://elderecho.com/responsabilidad-de-los-entes-locales-en-materia-de-vertidos-de-aguas-residuales-una-vision-de-conjunto

12 mayo 2023

Detrás del arco iris

José Luis Castellano

 


En una tarde de lluvia, del último cajón del mueble rescato una caja de lápices de colores. En la mesa, de cálido cedro rojizo, espera impaciente mi nieto donde prometí entretenerlo con coloridos dibujos. Copia con perfecta sincronía los rasgos que hago de un arco iris. Trabajamos juntos con la armonía que da una atmósfera sin tiempo.

La curiosidad infante hace surgir de sus labios una pregunta que casi me deja sin respuesta: ¡Abuelo! ¿Qué hay detrás del arco iris?.

Entre la maraña de pensamientos rescato una contestación:

Detrás del arco iris hay un mundo mágico con jardines que nos sumergen en gratas emociones, diluyendo nuestras angustias, dudas y problemas. Ese estupendo lugar es apacible y sereno. Un sitio perfecto con verdes praderas, surcadas por cálida brisa. Un lugar de tranquilidad y sosiego donde todos llegaremos algún día… .

Mi nieto escuchó con reflexivo silencio. Con una sonrisa reflejó su satisfacción por la respuesta y además por la colorida obra terminada.

Luego agregó algunas aves revoloteando la franja multicolor. Su abstracción al dibujo era total. Observé como los niños ven todo con una luz absoluta y pura.

Entonces decidí escribirle una carta para que la lea dentro de algún tiempo: “Cuando un día de lluvia no encuentres al abuelo en la cocina, ni en su sillón cerca del fuego, ni sentado junto a la mesa de cedro; no es que me haya ido, es que ahora no seré perceptible a tus ojos. Las cosas más importantes y bellas de la vida no pueden verse ni siquiera tocarse, sólo pueden sentirse con el corazón.

Si quieres percibir a tu abuelo, sólo debes estar atento a la lluvia y cuando ésta agonice, corre escaleras arriba y observa por el balcón al Cielo. Un arco iris el firmamento dibujará y aplacará el gris de tu vida. Te dará vigor para que encienda los colores de tu espíritu y desde allí te acompañaré para darte fuerzas en instancias de duda o flaqueza.Pero me mantendré distante en momentos de fortuna que en forma inexorable la vida te regalará. Celebraré sin intromisión tus éxitos, circunstancia de las que serás merecedor para alegría de mi espíritu y gloria de mi alma; y mientras tu cuerpo se estremece al sentir una brisa semejante a una caricia, soy yo niño que en tu ser vibro observándote ufano desde ese mundo cálido y sereno, donde todos llegaremos algún día”.

Doblé la carta, la introduje en aquel último cajón, quedando como vivo testimonio de un entrañable momento sin tiempo, guardado por siempre en el corazón de nieto y abuelo.

Publicado en el diario Clarín de Buenos Aires el 8 de mayo de 2016.

05 mayo 2023

El miedo a la muerte

Julio Sánchez Mingo

 



Como muchos de mis lectores saben, recientemente he sido sometido a una intervención quirúrgica muy agresiva y difícil, traumática, de larga duración, en dos jornadas. La primera de diez horas y la segunda para coser el esternón y cerrar los cortes y heridas practicados, una vez contenidos los sangrados que se produjeron. Fue una operación programada, cuyo alcance yo conocía perfectamente, pues me había documentado en los meses previos y era consciente de los graves riesgos a los que me enfrentaba. Nunca tuve miedo y encaré el ingreso en el hospital con buen humor, sereno, tranquilo —soy una persona muy nerviosa, al que la incertidumbre corroe—, sin temores ante el futuro incierto que se abría en mi horizonte. Estuvimos comiendo relajada y apaciblemente con unos amigos  y tuvimos que esperar más de dos horas por la tarde a que me fuera asignada habitación. Incluso, en un rasgo de chulería, subí desahogado por las escaleras las cinco plantas hasta el correspondiente Servicio de Cirugía Cardíaca. A mi favor jugaba el hecho de ser un paciente asintomático, que no sufrí ningún episodio de dolor en el año largo transcurrido desde que se detectaron las graves malformaciones y disfunciones que padecía hasta el momento de la llamada para convocarme a pasar por el quirófano. ¿Por qué ese comportamiento y ese proceder?

Yo tenía claro que ante mí se abrían dos vías: salir airoso del trance –el corazón es un órgano muy agradecido, cuya manipulación, a pesar de su complejidad, ofrece excelentes resultados, que reacciona de forma muy positiva a tratamientos y manipulaciones— o la muerte, simple y llanamente, la muerte. Es cierto que esta segunda eventualidad tiene una probabilidad estadística mucho menor, de un 4%, un riesgo pequeño. Es una tesitura que se encara sin sufrimiento, sin dolor. Sabes que te dormirán suavemente con anestesia general y que, en el peor de los casos, no despertarás, que el sueño será eterno. Es como volver al estado anterior al nacimiento, del que no sabemos ni recordamos nada.

Sobre este último concepto abundaba el doctor Luis Montes —el facultativo perseguido inicuamente con saña por Esperanza Aguirre y Lamela, su consejero de Sanidad— en una entrevista que le realizaron en 2014: “[La muerte] … es la certeza que nos acompaña a todos los seres vivos desde que nacemos y que, por razones culturales no inocentes, nos empeñamos en acallar como si no pensar en ella la alejase. Las religiones, en nuestro caso el cristianismo, se han encargado de imbuirnos la existencia de otra vida tras esta, una vida que amenaza con ser eternamente terrible en la medida en que no adaptemos nuestra vida real la única que conocemos a lo que disponen los representantes de los diferentes dioses. Es el temor que nos han generado a ese después al que abre la puerta la muerte, lo que le da esa connotación terrible a la muerte. En realidad, morir no es otra cosa que regresar a la nada en que estábamos antes de nacer. No conozco personas preocupadas por dónde estaban antes de nacer. La preocupación por el dónde vamos tras morir es sólo cultural e interesada”.

Independientemente de disquisiciones sobre el más allá, imaginemos la antesala de la muerte con sufrimiento, dolor, angustia, miedo, claustrofobia. Basta pensar en la víctima de un terremoto, sepultada e inmovilizada bajo los escombros, con una escasa bolsa de aire que se va agotando y que al final impide el respirar, en una enfermedad terminal incapacitante que se prolonga meses o años, un reo en el corredor de la muerte, o en el sufrimiento de tantos pacientes de covid ingresados en una UCI, conectados a un respirador que se mostraba insuficiente, que fallecieron tras veinte o más días de agonía.

¿Por qué iba yo a tener miedo a la muerte si estaba en buenas manos?

Para terminar, la frase de un estoico como el emperador Marco Aurelio:

No desprecies la muerte, pero acéptala de buen grado, porque forma parte de lo establecido”.

Y unos bonitos versos de Machado:

La muerte es algo que no debemos temer porque,

mientras somos, la muerte no es,

y cuando la muerte es,

nosotros no somos”