Selección de personal
Julio Sánchez Mingo
Decía el filósofo Emilio Lledó, allá por 1979: "... De una manera muy general podría afirmarse que son dos los dominios que sustentan la vida humana: el dominio de los signos y el dominio de los objetos. Traducido a otro plano: el dominio de la comunicación, del lenguaje, y el dominio de la realidad, de la historia concreta y de los intereses. En un mundo como el nuestro, mediatizado y en parte aniquilado por signos y mensajes, la realidad y la vida quedan ocultas, muchas veces, bajo la costra de comunicaciones vacías, de lenguajes deformados y de contenidos manipulados... ". Recientemente escribía Soledad Gallego Díaz en un artículo para El País: "... los partidos parecen haber abandonado sin el menor pesar cualquier coherencia y moverse en un espacio virtual en el que no se trata de difundir ideas para generar debates y agrupar a ciudadanos, sino de manipular sus emociones, instrumentalizarlas. Como escriben Chloé Morin y Daniel Perron, lejos de dar más poder a los ciudadanos, los partidos actuales, partidos algoritmo, buscan captar emociones... ". Yo añadiría que también fomentar el miedo.
Ahora que los madrileños acuden a las urnas para elegir a sus representantes regionales, llama la atención el nivel de confrontación entre los distintos candidatos, que se refleja en discusiones y enfrentamientos entre los propios ciudadanos. No existe un contraste de pareceres sosegado, racional, sobre lo más adecuado a la hora de votar. No se discuten las necesidades de la región y la dialéctica dominante es sopesar quién nos cae más simpático y está muy extendido el aberrante razonamiento de voy a votar a fulanito para que no salga menganito. Además se ha trasladado a unas elecciones regionales el partidismo radical de unas generales. Todo son malos modos, reacciones absolutamente viscerales, no se razona, todo se reduce a filias y fobias. La polarización es excesiva, como si todo fuera blanco o negro, mientras la vida siempre nos ofrece toda una escala de grises. Se incurre en incoherencias flagrantes y se escuchan planteamientos que no resisten un análisis un poco minucioso por su falta de sensatez y sustento lógico. Es curioso que una reciente encuesta nos diga que el 90% de los ciudadanos no se fía de los partidos políticos y a la hora de votar se entregue un cheque en blanco a candidatos suyos que son unos perfectos incompetentes. Por si fuera poco, prensa y televisión, en aras de su negocio, exacerban nuestros bajos instintos. No es de extrañar que alguien haya escrito esta frase en un cubo de basura: "Led, sí, leed. Pero no leáis prensa que afirme vuestros prejuicios, sino literatura que alimente vuestras incertidumbres".
Todas las elecciones políticas deberían encararse como una selección de personal en una empresa, con rigor y criterios profesionales y, además, centrar el debate en las competencias propias de cada administración. Ahora, en la región de Madrid, nos jugamos el bolsillo y dos áreas tan críticas para una sociedad como son la Educación y la Sanidad, sin olvidarnos de Asuntos Sociales y Cultura, amén de un sistema de transportes que actualmente ofrece un buen servicio para el núcleo urbano de la capital pero muy insuficiente para el resto de la región y absolutamente desastroso para la comunicación entre las periferias. Sin salud no hay vida. Las listas de espera son insufribles, la atención primaria está medio desmantelada y sus servicios de urgencia, que deberían reducir la presión ejercida sobre los hospitales, siguen cerrados desde marzo de 2020, al igual que muchos consultorios rurales. ¿No sería mejor que mucha gente pagara un poquito más de impuestos en lugar de recurrir a un seguro privado que cuesta un dineral? Su cartera saldría beneficiado. Para destacar la importancia de la Enseñanza voy a recordar unas citas de unos viejos conocidos. Dice Kant: "El ser humano es lo que la educación hace de él". Al ignorante se le manipula y, como afirma Voltaire: "Política es el camino para que los hombres sin principios puedan dirigir a los hombres sin memoria". Afortunadamente no todos los dirigentes son inmorales, de lo contrario viviríamos en un estado fallido. Para que la sociedad esté bien estructurada, sin desigualdades, que generan pobreza, violencia, corrupción, delincuencia, una educación de calidad debe estar al alcance de todos, no solo de aquellos que por sus recursos pueden acceder a ella. En Madrid, las tasas universitarias son las más altas de toda España y estos días ha saltado a la prensa que unos chavales de Móstoles, al parecer buenos estudiantes, no podían seguir estudiando más allá del Bachillerato porque les era imposible pagar los derechos del examen de Selectividad. Es muy importante elevar el nivel formativo de los más desfavorecidos, para que aumente el nivel medio de toda la comunidad. Ya va siendo hora de olvidar cañas y ladrillo, que implica deterioro del medio, especulación y corrupción. Ser más Alemania y Suiza, o Suecia, y menos África. Por cierto, los alemanes se ponen de cervezas hasta las cachas, pero no hacen de su consumo en la calle un sector estratégico.
Al contrario de lo que se suele decir, no todos los políticos son iguales. A la hora de votar deberíamos analizar su currrículum, es decir su formación, su trayectoria, su experiencia de gobierno y gestión y descartar a los chillones, a los de discurso fácil pero vacío. A la gente se la conoce por lo que dice o, incluso, por lo que deja de decir, pero hay que juzgarla por lo que hace o ha hecho. Dice Irene Vallejo, ahora tan de moda, que el bien no se nota y que el mal es ruidoso.
El balance de tantos años de gobierno regional del partido que lidera las encuestas es absolutamente descorazonador. Sus dirigentes procesados y hasta encarcelados. Ya hemos visto lo que han hecho con la Sanidad y la Educación madrileñas. Hace poco, un amigo, inspector de policía jubilado, con motivo del juicio de la caja B de esa agrupación política, me escribía: "... Ese partido es una mafia en toda regla. Compran concejales, se apropian de bienes, falsifican documentos, destruyen pruebas, corrompen todo lo que tocan... Pero lo peor de todo es que tienen influencias que ni dudan en utilizar contra quienes puedan suponer una amenaza [para ellos]. Lo dicho: una organización mafiosa... ". Han tejido redes clientelares que, como sanguijuelas, desangran las finanzas públicas. Es el partido que con sus recortes y su reforma laboral condujo a unas reducciones de salarios salvajes. Tanto es así que, aquel que perdió su trabajo, y posteriormente lo ha recuperado, ahora gana la mitad. Y gracias a esas políticas, los cachorros de la clase media, muchísimos de ellos universitarios, hoy en día no pasan de mileuristas. Lógicamente, los poderes fácticos lo apoyan. Para más inri, su candidata es una descarada, incapaz para gobernar y gestionar, que sólo sabe descalificar. Cuando fue viceconsejera de Justicia, se la tuvieron que quitar de encima a los seis meses por incompetente e inútil. En casi dos años no ha sacado unos presupuestos generales adelante. Sin ninguna empatía por los más desfavorecidos, los más débiles. Su gestión de la pandemia y ahora de la campaña de vacunación contra la covid-19 han sido desastrosas. Abandonó a su suerte a los ancianos ingresados en residencias, con el resultado de una mortalidad tremenda. Los niveles de infección en la región han batidos registros nacionales. Miente más que habla y no para de extender bulos machaconamente, haciendo uso de la vieja táctica de que una falsedad repetida cien veces, se convierte en una realidad. Me llama mucho la atención que personas que llevan más de un año quejándose de ella, tengan ahora intención de votarla el martes, cuando lo que habría que hacer es botarla. Chapó para Miguel Ángel Rodríguez, el comunicador que puso en órbita a Aznar y sus seguaces, con Rato y Rajoy a la cabeza, ahora jefe de Gabinete de la presidenta regional, que ha sabido seducir y envenenar a gran parte de la clase media, desviando el debate de las necesidades de Madrid, los asuntos propios de las competencias regionales, la calamidad de Ayuso, el PP y todo lo negativo que conlleva, a una especie de porfía de elecciones generales, cuyo eje es Pablo Iglesias. Para ello, obviamente, ha utilizado a los medios de comunicación afines y con intereses cruzados con el partido de la calle Génova. ¡Cuánto madrileño ha mordido el anzuelo!
Seamos inteligentes y hagamos una buena selección de personal. Aunque, dado el panorama al que nos enfrentamos, tal como respira la ciudadanía, según reflejan las encuestas, como diría un castizo: "Que Dios nos pille confesados". Y atengámonos a las consecuencias. A posteriori, no tendremos derecho a quejarnos.