30 abril 2021

Selección de personal

Julio Sánchez Mingo

 

Monumento en Antón Martín a los abogados laboralistas de Atocha, víctimas del odio, de la intransigencia, de la ignorancia, de los intereses espurios, de la falta de diálogo. Reproduce el cuadro El abrazo, de Juan Genovés, conservado en el MNCARS.

Decía el filósofo Emilio Lledó, allá por 1979: "... De una manera muy general podría afirmarse que son dos los dominios que sustentan la vida humana: el dominio de los signos y el dominio de los objetos. Traducido a otro plano: el dominio de la comunicación, del lenguaje, y el dominio de la realidad, de la historia concreta y de los intereses. En un mundo como el nuestro, mediatizado y en parte aniquilado por signos y mensajes, la realidad y la vida quedan ocultas, muchas veces, bajo la costra de comunicaciones vacías, de lenguajes deformados y de contenidos manipulados... ". Recientemente escribía Soledad Gallego Díaz en un artículo para El País: "... los partidos parecen haber abandonado sin el menor pesar cualquier coherencia y moverse en un espacio virtual en el que no se trata de difundir ideas para generar debates y agrupar a ciudadanos, sino de manipular sus emociones, instrumentalizarlas. Como escriben Chloé Morin y Daniel Perron, lejos de dar más poder a los ciudadanos, los partidos actuales, partidos algoritmo, buscan captar emociones... ". Yo añadiría que también fomentar el miedo.

Ahora que los madrileños acuden a las urnas para elegir a sus representantes regionales, llama la atención el nivel de confrontación entre los distintos candidatos, que se refleja en discusiones y enfrentamientos entre los propios ciudadanos. No existe un contraste de pareceres sosegado, racional, sobre lo más adecuado a la hora de votar. No se discuten las necesidades de la región y la dialéctica dominante es sopesar quién nos cae más simpático y está muy extendido el aberrante razonamiento de voy a votar a fulanito para que no salga menganito. Además se ha trasladado a unas elecciones regionales el partidismo radical de unas generales. Todo son malos modos, reacciones absolutamente viscerales, no se razona, todo se reduce a filias y fobias. La polarización es excesiva, como si todo fuera blanco o negro, mientras la vida siempre nos ofrece toda una escala de grises. Se incurre en incoherencias flagrantes y se escuchan planteamientos que no resisten un análisis un poco minucioso por su falta de sensatez y sustento lógico. Es curioso que una reciente encuesta nos diga que el 90% de los ciudadanos no se fía de los partidos políticos y a la hora de votar se entregue un cheque en blanco a candidatos suyos que son unos perfectos incompetentes. Por si fuera poco, prensa y televisión, en aras de su negocio, exacerban nuestros bajos instintos. No es de extrañar que alguien haya escrito esta frase en un cubo de basura: "Led, sí, leed. Pero no leáis prensa que afirme vuestros prejuicios, sino literatura que alimente vuestras incertidumbres".

Todas las elecciones políticas deberían encararse como una selección de personal en una empresa, con rigor y criterios profesionales y, además, centrar el debate en las competencias propias de cada administración. Ahora, en la región de Madrid, nos jugamos el bolsillo y dos áreas tan críticas para una sociedad como son la Educación y la Sanidad, sin olvidarnos de Asuntos Sociales y Cultura, amén de un sistema de transportes que actualmente ofrece un buen servicio para el núcleo urbano de la capital pero muy insuficiente para el resto de la región y absolutamente desastroso para la comunicación entre las periferias. Sin salud no hay vida. Las listas de espera son insufribles, la atención primaria está medio desmantelada y sus servicios de urgencia, que deberían reducir la presión ejercida sobre los hospitales, siguen cerrados desde marzo de 2020, al igual que muchos consultorios rurales. ¿No sería mejor que mucha gente pagara un poquito más de impuestos en lugar de recurrir a un seguro privado que cuesta un dineral? Su cartera saldría beneficiado. Para destacar la importancia de la Enseñanza voy a recordar unas citas de unos viejos conocidos. Dice Kant: "El ser humano es lo que la educación hace de él". Al ignorante se le manipula y, como afirma Voltaire: "Política es el camino para que los hombres sin principios puedan dirigir a los hombres sin memoria". Afortunadamente no todos los dirigentes son inmorales, de lo contrario viviríamos en un estado fallido. Para que la sociedad esté bien estructurada, sin desigualdades, que generan pobreza, violencia, corrupción, delincuencia, una educación de calidad debe estar al alcance de todos, no solo de aquellos que por sus recursos pueden acceder a ella. En Madrid, las tasas universitarias son las más altas de toda España y estos días ha saltado a la prensa que unos chavales de Móstoles, al parecer buenos estudiantes, no podían seguir estudiando más allá del Bachillerato porque les era imposible pagar los derechos del examen de Selectividad. Es muy importante elevar el nivel formativo de los más desfavorecidos, para que aumente el nivel medio de toda la comunidad. Ya va siendo hora de olvidar cañas y ladrillo, que implica deterioro del medio, especulación y corrupción. Ser más Alemania y Suiza, o Suecia, y menos África. Por cierto, los alemanes se ponen de cervezas hasta las cachas, pero no hacen de su consumo en la calle un sector estratégico.

Al contrario de lo que se suele decir, no todos los políticos son iguales. A la hora de votar deberíamos analizar su currrículum, es decir su formación, su trayectoria, su experiencia de gobierno y gestión y descartar a los chillones, a los de discurso fácil pero vacío. A la gente se la conoce por lo que dice o, incluso, por lo que deja de decir, pero hay que juzgarla por lo que hace o ha hecho. Dice Irene Vallejo, ahora tan de moda, que el bien no se nota y que el mal es ruidoso.

El balance de tantos años de gobierno regional del partido que lidera las encuestas es absolutamente descorazonador. Sus dirigentes procesados y hasta encarcelados. Ya hemos visto lo que han hecho con la Sanidad y la Educación madrileñas. Hace poco, un amigo, inspector de policía jubilado, con motivo del juicio de la caja B de esa agrupación política, me escribía: "... Ese partido es una mafia en toda regla. Compran concejales, se apropian de bienes, falsifican documentos, destruyen pruebas, corrompen todo lo que tocan... Pero lo peor de todo es que tienen influencias que ni dudan en utilizar contra quienes puedan suponer una amenaza [para ellos]. Lo dicho: una organización mafiosa... ". Han tejido redes clientelares que, como sanguijuelas, desangran las finanzas públicas. Es el partido que con sus recortes y su reforma laboral condujo a unas reducciones de salarios salvajes. Tanto es así que, aquel que perdió su trabajo, y posteriormente lo ha recuperado, ahora gana la mitad. Y gracias a esas políticas, los cachorros de la clase media, muchísimos de ellos universitarios, hoy en día no pasan de mileuristas. Lógicamente, los poderes fácticos lo apoyan. Para más inri, su candidata es una descarada, incapaz para gobernar y gestionar, que sólo sabe descalificar. Cuando fue viceconsejera de Justicia, se la tuvieron que quitar de encima a los seis meses por incompetente e inútil. En casi dos años no ha sacado unos presupuestos generales adelante. Sin ninguna empatía por los más desfavorecidos, los más débiles. Su gestión de la pandemia y ahora de la campaña de vacunación contra la covid-19 han sido desastrosas. Abandonó a su suerte a los ancianos ingresados en residencias, con el resultado de una mortalidad tremenda. Los niveles de infección en la región han batidos registros nacionales. Miente más que habla y no para de extender bulos machaconamente, haciendo uso de la vieja táctica de que una falsedad repetida cien veces, se convierte en una realidad. Me llama mucho la atención que personas que llevan más de un año quejándose de ella, tengan ahora intención de votarla el martes, cuando lo que habría que hacer es botarla. Chapó para Miguel Ángel Rodríguez, el comunicador que puso en órbita a Aznar y sus seguaces, con Rato y Rajoy a la cabeza, ahora jefe de Gabinete de la presidenta regional, que ha sabido seducir y envenenar a gran parte de la clase media, desviando el debate de las necesidades de Madrid, los asuntos propios de las competencias regionales, la calamidad de Ayuso, el PP y todo lo negativo que conlleva, a una especie de porfía de elecciones generales, cuyo eje es Pablo Iglesias. Para ello, obviamente, ha utilizado a los medios de comunicación afines y con intereses cruzados con el partido de la calle Génova. ¡Cuánto madrileño ha mordido el anzuelo!

Seamos inteligentes y hagamos una buena selección de personal. Aunque, dado el panorama al que nos enfrentamos, tal como respira la ciudadanía, según reflejan las encuestas, como diría un castizo: "Que Dios nos pille confesados". Y atengámonos a las consecuencias. A posteriori, no tendremos derecho a quejarnos.

16 abril 2021

La estrategia neoliberal

Autor desconocido

Este artículo circula por las redes sociales, sin firmar. Considero que es ilustrativo y de interés, por ello se publica. Se puede estar de acuerdo o no con sus tesis, pero invita a meditar. J. S. M.

Los neoliberales consideran que en un sistema democrático la dificultad de revertir el Estado de Bienestar para conseguir un modelo liberal altamente competitivo e individualista, es enormemente difícil, ya que la ciudadanía no admitiría nunca que se le prive del colchón que suponen los servicios públicos. De ahí que su puesta en marcha y los correspondientes ensayos se dieran en dictaduras como las de Pinochet y las de otros países con regímenes totalitarios de Latinoamérica, donde los dirigentes no tenían que rendir cuentas en las urnas.

A pesar de ello plantean unos pasos a seguir para efectuar el cambio en sistemas democráticos. A saber:

1.- Reducir poco a poco los presupuestos de lo público, con la intención de deteriorar los correspondientes servicios. Al tiempo, aparecerán empresas privadas para prestarlos, a los cuales los ciudadanos podrán optar voluntariamente ¡si es que tienen recursos!

2.- Paralelamente, concertar con firmas privadas la gestión de lo público. Todo ello se debe hacer con un gran aparato de propaganda que haga creer que todo lo público es ineficiente y que todo lo privado es eficiente. Para los neoliberales, el factor de escala y la masa crítica no existen.

3.- El siguiente paso es mucho más atrevido. Se trata de darle dinero al ciudadano un cheque para que con él pueda acudir al centro privado que considere mejor. Por supuesto, deberá pagar un suplemento según la institución de su preferencia. A esto le llaman libertad de elegir. Todo el proceso se debe hacer en nombre de la Libertad, una libertad que evidentemente estará condicionada por la capacidad de cada cual para pagar el plus exigido.

4.- Por último, y para cerrar el círculo, se irá poco a poco reduciendo la cuantía del talón al tiempo que irá aumentando el copago, hasta acabar definitivamente con un cheque de valor nulo y una aportación del ciudadano del 100%. Con ello se habrá alcanzado la privatización total y absoluta de los servicios que antes eran públicos y así serán privados y mucho más caros.

Todo ello se acompañará de grandes campañas a favor de la reducción de impuestos con el argumento de que el dinero donde mejor está es en el bolsillo del ciudadano, para que se lo gaste como quiera. No se dirá nada de cuestiones básicas para la fortaleza de una sociedad como solidaridad y progresividad fiscal y, por supuesto, no se hablará de la desigualdad que generan estas políticas, el cáncer cuya metástasis es la pobreza, el desempleo, la violencia, las mafias, el tráfico de personas, la corrupción, el contrabando, el narcotráfico... y, de propina, estados fallidos o cuasi fallidos. Los ejemplos los tenemos en todo el mundo. En España un ejemplo paradigmático de esta situación es el Campo de Gibraltar una comarca de desempleo exacerbado, que vive a expensas del contrabando y el narcotráfico, a orilla de urbanizaciones donde residen los capos mafiosos que hacen alarde de derroches suntuarios, donde hace dos semanas detuvieron a más de cien personas, de ellas numerosos menores, del clan de los Monparlet. Chavales desarrollados en un entorno donde se vive del dinero fácil de la droga, en lugar de estudiar y trabajar.

El resultado final de la política neoliberal será que los sectores más empobrecidos, que apenas pagaban impuestos, ahora tendrán que pagar por los servicios que antes obtenían sin cargo adicional. Por el contrario, los más favorecidos que antes satisfacían más impuestos, por el principio de que el que más tiene es el que tiene que desembolsar más, en esta nueva situación dejarán de satisfacerlos. Solo podrán acceder a los servicios aquellos que tengan dinero para pagarlos. En USA, la gente se muere porque no puede acceder a un seguro médico. En España, el aumento de la esperanza de vida, que parece que empieza a decaer con los recortes de las últimas décadas, se debió a una sanidad pública de calidad razonable, a la que todo el mundo podía acogerse.

¿Qué tiene que ver todo esto con la batalla electoral del 4 de mayo en Madrid? Muy sencillo, éste es el itinerario que quieren imponer PP, Vox y Cs, con Ayuso y Monasterio al frente, para después exportarlo al resto de España. De ahí la importancia de estas elecciones.

Los antecesores de Ayuso en el cargo ya iniciaron la primera fase del proceso: bajada de impuestos, reducción de los servicios y privatización de la gestión de los mismos. Los primeros efectos ya se han hecho notar, con listas de espera disparatadas y, no digamos, con las consecuencias catastróficas derivadas del mal y poco hacer frente a la pandemia de la covid-19, a pesar de los fuertes ingresos tributarios obtenidos, consecuencia de la centralidad económica de Madrid, donde radican gran parte de las mayores empresas del país, y de ser un paraíso fiscal en relación con las otras comunidades autónomas.

¿Por qué el resto de regiones gobernadas por el PP y Vox no han seguido la estela de las políticas de Madrid? Sencillamente porque su situación fiscal no se lo permite y en estas comunidades las bajadas de impuestos significarían una reducción drástica de los servicios, que haría peligrar la hegemonía política de la derecha. Deben esperar a que Madrid haga de locomotora y los arrastre.

¿Si Madrid sigue bajando los impuestos, y por tanto los servicios, qué sucederá? Pues que más empresas cambiarán sus sedes sociales a Madrid, e incluso sus factorías, lo que supondrá la ruina del resto de regiones, que, ante ello, solo tendrán dos alternativas: convertirse en desiertos económicos, con lo cual perderán puestos de trabajo y servicios públicos o bien, eso es lo que se pretende, seguir la senda de Madrid, bajando impuestos y privatizando servicios.

Ese es el objetivo de la derecha neoliberal española y en eso están. La batalla electoral madrileña es de una importancia fundamental. No nos jugamos el Estado de Bienestar solo en Madrid, sino en toda España. Detrás de lo que pudieran ser los simplones, torpes y lamentables comportamientos de Ayuso, hay toda una estrategia muy bien elaborada y de muy largo alcance.


 

09 abril 2021

Bájenme los impuestos, que quiero pagar más

Julio Sánchez Mingo

 

 

Nadie da duros a pesetas. Si quieres un buen servicio, has de pagarlo. Aunque sea poco. Pero hay personas que prefieren desembolsar un dineral por un seguro médico particular 100-150 € al mes a partir de los 60 años, más lo que se haya de aportar por medicinas, intervenciones y pruebas no cubiertas en las pólizas en lugar de satisfacer unas cantidades bastante menores en forma de impuestos, susceptibles de emplearse no solo en mejorar notablemente la sanidad sino también en otros servicios públicos. Los inyectables, las vacunas, de un tratamiento de inmunoterapia para la alergia, cuestan 400 € en la farmacia. Con la receta del Servicio Público de Salud, un ciudadano realiza una aportación inferior a ese importe, que es de 18 € en el caso de un jubilado. ¡Las ventajas de la masa crítica y del factor de escala! Por todo ello, podemos afirmar que las contribuciones particulares a la sanidad privada son como un caro impuesto ¡privatizado!1

Además, no es oro todo lo que reluce. La asistencia primaria privada está atendida por miríadas de facultativos pasando consulta en pisos y pequeños centros médicos, desconectados de los especialistas y, no digamos, de los hospitales. Tampoco los hospitales privados de campanillas ofrecen una asistencia mejor, de más calidad, que cualquiera de los grandes centros públicos de Madrid. Lo he visto con mis propios ojos. Las compañías de seguros médicos se aprovechan de las listas de espera, el talón de Aquiles de la sanidad pública, algo que fomenta la propia administración regional madrileña con sus políticas sanitarias.

En Madrid, desde hace bastantes años, se ha ido desmantelando poco a poco la sanidad pública, especialmente la atención primaria, que es la clave de arco de todo sistema de salud que se precie. La covid-19 ha puesto de manifiesto la carencia de recursos, especialmente humanos, y la falta de inversiones por parte de la administración regional, gestionada por unos responsables más dados al pillaje y la corrupción que a atender sus obligaciones con los ciudadanos.

La pandemia ha demostrado que es necesario un estado fuerte. ¿Quién si no puede hacer frente a la compra de las vacunas que nos tienen que inyectar o a las multimillonarias ayudas a particulares y empresas? No es de recibo la eterna pretensión de la clase empresarial española de socializar las pérdidas y privatizar las ganancias, eludiendo el pago de impuestos o exigiendo su reducción o, incluso, su desaparición. La salud pública es algo de la colectividad, que nos afecta y compete a todos. Además, principios de solidaridad aparte, es evidente que somos interdependientes.

¿Cómo se puede ser tan irresponsable como para empeñarse en privatizar la asistencia sanitaria, algo en lo que nos va la vida?

Otro día hablaremos de Educación, donde se repiten ciertos esquemas.

El día 4 de mayo hay elecciones regionales en Madrid, donde se dirime el futuro de las políticas de Sanidad, Educación y Transportes, que son competencia de la Comunidad Autónoma.

Vela por tus intereses. Deja las filias y las fobias en casa. Vota con inteligencia, no con el corazón.

1 El gasto mensual de Sanidad en Madrid en 2020, por cabeza, (todas las partidas, no solo la asistencia sanitaria, con medicinas incluidas) fue de 100,86 €. Muy por debajo del País Vasco e, incluso, de la media nacional. Fuentes: datosmacro.expansion.com y Estadística de Gasto Sanitario Público 2019 del Ministerio de Sanidad.