Mi
infancia. Años 50
Argimiro
Rubio Cuadrado
Benavente. |
Iglesias,
procesiones y campanas.
Tricornios,
caridad, seminaristas.
Letanías
de rosarios y sotanas,
y
en la radio cantaban las artistas.
tratantes,
charlatanes, jornaleros.
El
médico, el don Nadie, el artesano,
el
tonto, los maestros… don Dinero.
El
frío, los inviernos, los deseos.
La
quiniela, el cupón, la lotería.
El cine, los domingos, los paseos,
El cine, los domingos, los paseos,
las parejas cogidas de la mano,
el
río, los amigos, la alegría
de
las tardes infinitas de verano.
Una nostalgia infinita, sólo de lo bueno.
ResponderEliminarMe quedo con los últimos versos.
Siamo d'accordo lei e io cara Pachy.
ResponderEliminarY, querido Julio, aunque comentas que se refiere o escribió en 1950, sin duda contiene retazos de los primeros sesenta cuando contábamos los 12, 13, 14,16...
Entonces los tiempos no transcurrían tan rápido como ahora ni las ciencias adelantaban tanto como una barbaridad.
Qué tiempos, qué recuerdos, qué sentimientos, qué nostalgia infinita!!
Me ha gustado mucho,en un soneto te hace sentir y ver una época
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