20 diciembre 2019


Mi infancia. Años 50


Argimiro Rubio Cuadrado

Benavente.

Iglesias, procesiones y campanas.
Tricornios, caridad, seminaristas.
Letanías de rosarios y sotanas,
y en la radio cantaban las artistas.


Obreros, dependientes, don Fulano,
tratantes, charlatanes, jornaleros.
El médico, el don Nadie, el artesano,
el tonto, los maestros… don Dinero.


El frío, los inviernos, los deseos.
La quiniela, el cupón, la lotería.

El cine, los domingos, los paseos,


las parejas cogidas de la mano,
el río, los amigos, la alegría
de las tardes infinitas de verano.

3 comentarios:

  1. Una nostalgia infinita, sólo de lo bueno.
    Me quedo con los últimos versos.

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  2. Siamo d'accordo lei e io cara Pachy.
    Y, querido Julio, aunque comentas que se refiere o escribió en 1950, sin duda contiene retazos de los primeros sesenta cuando contábamos los 12, 13, 14,16...
    Entonces los tiempos no transcurrían tan rápido como ahora ni las ciencias adelantaban tanto como una barbaridad.
    Qué tiempos, qué recuerdos, qué sentimientos, qué nostalgia infinita!!

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  3. Me ha gustado mucho,en un soneto te hace sentir y ver una época

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