28 octubre 2016

De libros y firmas. Manuel Vicent, Vargas Llosa y yo

Julio Sánchez Mingo

Octubre 2016

Era el 4 de junio de 2006. Habíamos ido al Retiro, a la Feria del Libro. Al pasar por delante de una de las casetas vimos a Mario Vargas Llosa, que todavía no era Nobel de Literatura, firmando ejemplares de sus obras.
Yo había leído, años atrás, La fiesta del Chivo, habiéndome sorprendido gratamente. El tratamiento que hace de la personalidad de Trujillo es magistral. Describe certeramente al dictador cruel, sanguinario, corrupto y depravado sexual que era y como, para perpetuarse en el poder, utilizaba el terror y la represión o las corruptelas, dependiendo de la personalidad del antagonista político, del enemigo o, incluso, del amigo. Así hacía nuestro carpetovetónico Franco y así han hecho todos los tiranos a lo largo de la historia.
Como la cola de admiradores demandando su firma era escasa, nos acercamos para que el escritor peruano nos dedicara algún libro. Yo había comprado Viajes, fábulas y otras travesías, de Manuel Vicent, para regalárselo a Marina, y no tenía intención de adquirir otro más. Cuando me llegó el turno no se me ocurrió otra cosa mejor que ofrecerle el ejemplar del villaviejense, o vilavellero en valenciano. Un impulso inocente sin ninguna intención. Sorprendido, y con ese gesto antipático que habitualmente le caracteriza, se limitó a decir: - Manuel Vicent, un buen escritor. ¿A quién se lo dedico?



Algunas veces, tiempo después, he pensado que mi proceder no fue muy correcto, puede que incluso impertinente. El caso es que el bueno de don Mario despachó la situación con una faena de aliño que, por otra parte, es lo habitual, en estas sesiones, de los autores consagrados.

Algún año después, con motivo de otra cita de la feria, vi anunciada en el periódico la firma de ejemplares de sus obras por Manuel Vicent.
Es un escritor que siempre me ha agradado mucho. Irónico, agudo, mordaz, cáustico, punzante, capaz de describir a un personaje, una situación, un ambiente o un paisaje con sólo tres o cuatro palabras. Escribe muchos artículos en prensa y algunas biografías de personajes controvertidos, pero, lamentablemente, no se prodiga mucho publicando novelas o libros de viajes, gastronomía o costumbristas, como acostumbraba hace un decenio.
Como tengo por casa un volumen de la primera edición de Pascua y Naranjas, obra con la que ganó el premio Alfaguara allá por 1966, decidí acercarme al Retiro para que me lo dedicara. No soy mitómano y siempre he sido incapaz de hacer el mínimo esfuerzo por conseguir un autógrafo. Pero como es uno de mis autores favoritos, dado lo poco que prodiga su presencia en el certamen y tratándose de la publicación primigenia de un libro premiado, pensé que merecía la pena el paseo.
Al entregarle el ejemplar para la firma dijo: - ¡Vaya incunable!



Como no había nadie más esperando estuvimos hablando largo y tendido de pintores, todos conocidos comunes, como Antonio Lago (1) o Pepe Jardiel y su mujer, Lucrecia.
Vicent ha sido marchante. Fue propietario de la galería El Coleccionista, en Claudio Coello. Aún le recuerdo sentado tras el mostrador, asomando la cabeza para controlar las reacciones de las personas presentes en la sala. En su novela La novia de Matisse, retrata de forma soberbia el mundo de los marchantes, galerías y artistas plásticos. Ya me gustaría que escribiera sobre el mismo tema circunscrito al ambiente artístico del Madrid de los 80 y los 90, con nombres y apellidos. Da para un largo tomo y él conoce la materia en profundidad.
También le conté el encuentro con Vargas Llosa y, curioso, impaciente, me preguntó: - ¿Y qué dijo? - antes de que yo finalizara el relato de la escena.

El fenómeno de las firmas de libros en la Feria del Libro de Madrid ha cambiado radicalmente en los últimos tiempos, al paso de los cambios tecnológicos y de las costumbres de la sociedad. En la edición de este año, en la tarde del primer domingo del certamen, Almudena Grandes no tenía a nadie esperando sus dedicatorias. Sin embargo, los llamados youtubers soportaban intensas y agotadoras sesiones atendiendo largas colas de admiradores.

(1) Lago Rivera: No principio dun mundo, 1916-2016
Exposición con motivo del centenario del pintor. En la sala de exposiciones de Afundación, Fundación Galicia Obra Social, Vigo (Pontevedra). Hasta el 19 de noviembre de 2016.



21 octubre 2016

La Casa de Fieras
Jesús Ramos Alonso
Abril 2016

Fue al salir del colegio. Nos pillaron colándonos en la Casa de Fieras del Retiro entre dos barrotes de la verja algo separados.
Unos guardas nos vieron y uno de ellos gritó: ¡alto ahí! — y agarrándome por el jersey — ¡a ver, tú, ¿cómo te llamas?! Mientras, el otro sujetaba a mi amigo, que gimoteaba asustado.
Miré al guarda y tuve la sensación de que su manaza iba a aplastarme contra el suelo. La sentía en mi hombro como si fuera la zarpa del león que hacía largos en su jaula de cuatro metros. Habría preferido enfrentarme a ese león antes que mentir a aquel gigante, así que dije mi nombre y donde vivía. Después, su voz de trueno ordenó: ¡se lo decís a vuestros padres!, ¡y mañana traéis el dinero de la entrada!
Pasamos el resto de la tarde sentados en un banco. Cobardes ante nuestro negrísimo futuro no sabíamos por dónde tirar. Por fin acordamos que nuestros padres jamás sabrían nada y que cada uno se las apañaría para lo del dinero.
Al día siguiente, en un descuido, le sisé un duro a mi madre. Con lo que me dieron por unos periódicos viejos completé las siete u ocho pesetas que costaba la entrada y fui a por mi amigo. Después, con las orejas gachas, buscamos al gigante. Nos acercamos con el dinero en la mano. Nos miró, sonrió y acariciándonos el cogote dijo: ¡hala, adentro valientes! ¡y guardad eso para otra vez!
Al salir, ufanos y sintiéndonos hombres, nos compramos un bocadillo de calamares y aún nos sobró para un par de bisontesque nos fumamos entre toses.
Voy a menudo a la biblioteca que hoy ocupa el lugar del antiguo zoológico y, al pasar junto a los leones de piedra que jalonaban la entrada, siempre me viene este recuerdo. A pesar del tiempo transcurrido, aun me hace sonreír.
En casa, mi madre me esperaba con el monedero en la mano y cara de pocos amigos. No necesité mucho más para perder la recién estrenada hombría...pero de eso ya casi ni me acuerdo.

14 octubre 2016

El premio de la Foto del Verano viaja a México
14 de octubre de 2016


El ganador del concurso ha sido José Lebeña Acebo, periodista, residente en Ciudad de México, con la foto titulada Rosas inglesas. La elección del jurado, compuesto por Lola Alegre Esteve, Paloma Blanco Lorenzo y Menchu García Delgado, ha sido por unanimidad.

Enhorabuena al triunfador, que en breve recibirá su premio, y a los autores que han merecido una mención especial y cuyas obras, junto con la vencedora, aquí se muestran. Muchas gracias a todos los participantes por su interés y su contribución.

Julio Sánchez Mingo


Foto ganadora


Jose Lebeña Acebo. Rosas inglesas

Fotos finalistas


María José Serrano. Fragilidad
Javier Torrontegui. N'Gorongoro














Helena Pita. Playa de Lagos (Bueu)











Eric Badi. Sin título



María José Serrano. En lo simple reside lo bello



















      Nieves Alonso. Farolas de colores en calle estrecha











María José Serrano. Caracolada

La selección del editor


María Blanco. La ría










Nieves Alonso. Amanecer a las 7:20












Esther Lebeña Riego. El sol y la luna










Lara Aguilera. De travesía


Nieves Alonso. Barcas azules












Paloma Postigo. Atardecer en la bahía de Cádiz


Convocatoria - Julio 2016


Invito a mis amigos y a los lectores del blog a remitir a jsanchezmingo@yahoo.es fotografías captadas este verano, ya sean de mar, montaña o ciudad, o de una materia de actualidad. Tema libre y tantas como se quiera.

Las más destacadas serán publicadas en este blog y al autor de la imagen que por su belleza, originalidad o interés más sobresalga se le premiará con una opípara cena en Madrid o, caso de vivir fuera de la ciudad o en el extranjero, con un bonito libro.
Ruego encarecidamente que no se envíen fotos manipuladas en el ordenador.
Plazo máximo de recepción: prorrogado hasta el 30 de septiembre de 2016.
Muchas gracias.

Julio Sánchez Mingo

Fotografía del editor. Parque Nacional del Gran Paradiso. Alpes Occidentales. Camino de los pastos de Djouan. 15-07-201

04 octubre 2016

Carta a un chaval de 14 años
Julio Sánchez Mingo
Octubre 2016

Querido Mario:

No te puedes imaginar lo que me plugo que un chaval de 14 años como tú nos confesara que le gusta mucho leer y que lo hace todas las noches en la cama, antes de dormir.
De la lectura, de los libros, extraemos el conocimiento de las personas y de las cosas que, junto a la propia experiencia, nos hace alcanzar la sabiduría. Ello nos permite ser mejores y, también, disfrutar de la vida de forma más plena.

A lo largo de nuestra existencia vamos encontrando gente sabia, interesante, mucho mediocre, mucho pobre de espíritu, mucho ignorante. De todos ellos podemos y debemos aprender. Los libros, además, nos acercan a grandes personas, brillantes, lúcidas, amenas, a quienes escuchar es un verdadero placer y que nos transmiten su saber y también sus propias vivencias.
Si quieres conocer a una persona en profundidad, lee sus escritos. Cuando yo tenía tu edad, escribíamos cartas, incluso largas cartas, a la familia, a los amigos y a las chicas que nos gustaban y recibíamos sus misivas de respuesta. Ello nos permitía profundizar en el interior de esas personas. Nos decía mucho de su sensibilidad, de su riqueza de espíritu, de sus sentimientos, de su cultura, de sus aficiones.
Fíjate en el gran interés que despierta la literatura epistolar de los grandes hombres y el dineral que se paga por sus archivos personales. En esos escritos reside la explicación de su proceder en la vida, de su arte, de su pensamiento, de sus relaciones humanas.
En los libros aprendemos de las vidas ajenas, de los aciertos y errores, presentes y pasados, de la humanidad y de los individuos, de la barbarie de los pueblos, de la sociedad en la que vivimos, del mundo físico y la naturaleza que nos rodean, del comportamiento de los hombres en tiempos remotos y tantas cosas más. ¿Qué sería de la técnica y de los avances científicos sin la escritura y, por ende, de la lectura?
A pesar de todo, lamentablemente, el hombre sigue tropezando en la misma piedra demasiadas veces. Parece inaudito.

¿Cómo se puede opinar sobre lo mal que lo hace el Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, si se es un perfecto ignorante, sin formación, sin lecturas, sin experiencia viajera?

La literatura nos hace soñar, nos transporta a otros mundos reales o imaginados. Con ella, viajamos a lo largo del espacio y del tiempo. No hay mejor sesión de cine que nuestra mente imaginando las situaciones, los espacios y los personajes de una novela.

No sólo se debe practicar la lectura. Las bellas artes, en todas sus expresiones, son formativas y enriquecedoras. En general todo lo que llamamos cultura.

Leer es un gran divertimento y, además, barato. Incluso, si no tienes dinero para comprar un libro, puedes acudir a una biblioteca y tomarlo en préstamo.

Un complemento perfecto, ideal, de la lectura, y de cualquier actividad intelectual, es la práctica de ejercicio físico. A tu edad ya habrás oído la expresión mens sana in corpore sano. Mantener el cuerpo a tono, fortalecido físicamente, nos ayuda en todos los órdenes de la vida. Ahora bien, esa práctica la debemos afrontar sin excesos, sin castigar el cuerpo, sin que se convierta en una obsesión o una razón de vida, como le sucede hoy en día a muchas personas. La práctica deportiva en solitario es más aburrida que la que se realiza en compañía de otras personas o que los deportes de equipo, que permiten un alto grado de socialización. Los de competición hay que encararlos con deportividad, como un juego, y hay que tener buen perder. La competitividad en demasía no es buena y puede degenerar en agresividad y situaciones violentas.
Para mí hay dos deportes que, por sus características, son perfectos: la vela ligera y el excursionismo. Son exigentes en lo físico, permiten estar en contacto con la naturaleza, disfrutarla, conocerla, estudiarla y requieren de práctica intelectual. Hay que prevenir las condiciones del tiempo, situarse, orientarse, hacer uso de la experiencia y el conocimiento, obrar con inteligencia. En definitiva, resolver problemas en tiempo real, a veces en pocos segundos, claves para alcanzar el objetivo con éxito. Eso sí, hay que extremar la prudencia. El mar y la montaña pueden llegar a ser muy peligrosos y tú ya sabes que arrastramos una enorme tragedia a nuestras espaldas.
Además, con nuestros compañeros de caminata o navegación podemos hablar de todo lo divino y lo humano, lo que es un auténtico placer. ¡Con lo que te gusta a ti charlar!

Para terminar, quiero glosar las virtudes de la lectura, y en general de la cultura, como bálsamo ante las adversidades de la vida. En nuestras horas bajas, los libros y los demás instrumentos culturales son un magnífico refugio frente al dolor, la pena, la tristeza, la soledad, la presión del quehacer diario. Sólo la compañía y el consuelo de los seres queridos superan sus cualidades reconfortantes.

Un fuerte abrazo, extensivo a Diego,

Julio

PD. Por favor, habla con tu madre en francés. No desperdicies la oportunidad que te brinda la vida. Además ella se sentirá más querida y más próxima a ti. No se valora verdaderamente lo que es una madre hasta que se la pierde. Nuestra existencia es así de injusta.

28 septiembre 2016

Brindis por Gora y Aitor

Julio Sánchez Mingo
24 de septiembre de 2016

Buenas tardes a todos:

Hace quince años, en mayo de 2001, la vida nos asestó un duro golpe y la pena, el dolor y una profunda tristeza se apoderaron de nosotros. Hoy, afortunadamente, nos llenamos de alegría. Entonces perdimos a un miembro muy querido de la familia. Ahora acogemos en esta maravillosa estirpe de los Lebeña Caldevilla a un nuevo integrante, a Aitor, que se nos ha casado con Gora, mi querida Gorita.

La conocí cuando llegó a Madrid para vivir con sus hermanas en la calle de las Huertas y estudiar en el Isabel la Católica, unos de los institutos con más solera de la ciudad. Era poquita cosa, muy calladita, muy blanquita. Ahora es una mujer con todas las de la ley, con carácter, mandona, muy habladora. Pero no te asustes, Aitor. Perro ladrador, poco mordedor. La rama.. digamos.. impulsiva y vehemente de las Lebeña Caldevilla tiene un gran corazón. Son, sin duda, muy dulces y tiernas. En Catania, en la tierra de la Cosa Nostra, la mafia siciliana, he visto a un avezado, orondo y bien nutrido policía derretirse ante los encantos y el hechizo de una de las representantes más genuinas y aguerridas de ese linaje.

Gora, Aitor, ahora empezáis una singladura que os deseo sea larga, fructífera y feliz. No estará exenta de peligros, tormentas y tempestades. Pero una buena tripulación sabe sortear todas esas dificultades y los escollos que la navegación presenta. Una experta en diagnósticos clínicos y un consumado piloto no van a tener dificultad alguna. Además, con mi receta es fácil: Bogar en la misma dirección, respeto mutuo, desterrar el egoísmo, mucho diálogo, capacidad de renuncia, sacrificio personal, compartirlo todo y mucha complicidad intelectual.

Como os diría nuestro querido y admirado Antonio Machado,

...De hoy más la tierra sea
vega florida a vuestro doble paso. (1)

Gora, Aitor, ¡qué seáis muy dichosos!


(1) Antonio Machado: Bodas de Francisco Romero. Nuevas Canciones (1917-1930)



08 septiembre 2016

Un paisaje que ya no existe
Julio Sánchez Mingo
7 de septiembre de 2016



Este paisaje ya no existe. La foto fue tomada el pasado sábado 13 de agosto. Un incendio ha arrasado la zona de Coll de Rates y Bolulla, en Alicante, y ha acabado ayer y anteayer con la vegetación de estos que fueron bellísimos barrancos, que en su día cultivaron los moriscos. Un nuevo atentado contra la madre Tierra. 

02 agosto 2016


¿Cómo cambiarían nuestras vidas si fuera posible morir joven a los 140 años?

Miguel Ángel Villar de Frutos

Agosto 2016

El pasado 13 de mayo, cayó en mis manos un artículo de ésos que te hacen meditar. Trataba de la posibilidad, estudiada por científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, de prolongar nuestras vidas más allá de los 140 años. El trabajo está plasmado en un libro de divulgación que recomiendo, escrito por la directora del Centro, con la ayuda de la periodista Mónica G. Salomone.

Dice un párrafo del artículo:

El libro nace de la línea de investigación de la científica María Blasco sobre los telómeros, es decir “unas estructuras protectoras que hay al final de nuestros cromosomas”. La relación de los mismos con el envejecimiento se basa, según nos cuenta Blasco, en que “estos se erosionan cada vez que nuestras células se dividen, así terminan acortándose y generando daño a nuestro ADN con el paso del tiempo, por lo que el acortamiento de los telómeros es una de las causas del envejecimiento molecular”. Para poder intervenir en este proceso, Blasco lleva gran parte de su carrera investigando en torno a la llamada telomerasa, que “es capaz de frenar esto, aunque todavía no hay ninguna terapia aprobada que sea capaz de activar la telomerasa de manera potente y que se pueda usar en la prevención o tratamiento de enfermedades asociadas al envejecimiento”. En http://smoda.elpais.com/belleza/morir-joven-los-140-anos se puede leer el artículo completo.

El tema en sí ya tiene su enjundia y, el hecho de que la periodista que lo escribe se apellide Salomone, fue el punto que me enganchó para profundizar en su lectura. ¿Sería la hermana, o una familiar de mi amigo y compañero Caco Salomone? A día de hoy lo desconozco aún.

En estos días en que la cosecha del 52 tiene casi toda su producción ya jubilada o, prácticamente en su último año de actividad laboral, como es mi caso, debo reconocer que esta noticia me conmocionó.

Todos los años, para no quedar obsoleto en mis conocimientos, asisto a dos o tres cursos que me permiten mantenerme al día. Mi trabajo habitual de Consultoría y Asesoramiento así lo requiere. Sin embargo este año, en las fechas en las que nos encontramos, aún no he encontrado el cursillo o el tema que despierte mi interés. Posiblemente la cercanía de la jubilación esté influyendo. Me tengo por una persona intelectualmente activa, o muy activa, y los datos reflejados en el libro citado han hecho que me plantee si no estaré procrastinando demasiado, cuando según parece, apenas estoy en la mitad de mi vida, como mis compañeros de generación.

Deberíamos volver a replantearnos la vida, los plazos, los intereses y el cuidado del cuerpo y de la salud. ¡Cuando creíamos que teníamos aprendido el camino, vuelta a empezar! ¡Adiós para siempre a la zona de confort!

En marzo di una conferencia en un Foro de Economía en Tres Cantos titulada Pasos a dar para construir tu futuro. En aquél momento no sabía aún lo que este trabajo científico propone. A día de hoy, voy a replantear el contenido propuesto a la luz de lo que en él se indica. Más que lo que yo piense sobre el tema, lo que lanzo es esta información para que el propio lector reflexione. Ya comentaremos en persona, o a través de este blog, lo que cada cual opina.

Morir joven a los 140 años
María A. Blasco y Mónica G. Salomone
Ediciones Paidos Ibérica
256 páginas / 17,95€ rústica con solapas / Epub 12,99€
ISBN 978-84-493-3206-7
(Es posible la descarga gratuita del primer capítulo en http://www.planetadelibros.com/libro-morir-joven-a-los-140/211376 )

21 julio 2016

Hijos del odio.....

Julio Sánchez Mingo
Julio de 2016

Hijos del odio, hijos de la venganza, hijos del fanatismo, hijos de la violencia, hijos de la intolerancia, hijos de la intransigencia, hijos del rencor, hijos de la sinrazón, victimas de la injusticia, víctimas de la pobreza, víctimas de la incultura, víctimas de la manipulación, víctimas de élites y gobiernos corruptos, víctimas de la intolerancia de los otros, víctimas del egoísmo, víctimas de la intransigencia de los otros, víctimas de la emigración, víctimas de los abusos de la colonización, víctimas de la descolonización, víctimas de la falta de integración, víctimas de la inadaptación, víctimas de la incomprensión, ¿por qué? ¿Por qué asesináis a victimas inocentes, ajenas a los intereses espurios de los gobiernos, de los traficantes de armas, de los traficantes de crudo y de los traficantes de opio y droga? ¿Por qué causáis tanto dolor? ¿Por qué matáis a vuestros propios hermanos? ¿No es suficiente con las masacres de Madrid, París, Niza, Bruselas, Londres, Nueva York? ¿Y también de Casablanca, Estambul, Egipto, Líbano, Palestina, Irak, Indonesia o Afganistán, que siempre se postergan y se olvidan inmediatamente en Occidente? ¿En nombre de qué? ¿Hasta cuándo?

18 junio 2016

Confesiones de una ciudadana perpleja

Pachi Mouliaá

Junio 2016

Le prometí a Julio hace un tiempo que intentaría una segunda incursión en su blog y os aseguro, a él el primero, que me puse a ello. Pero me dio por centrarme en “esta edad”, la nuestra, casi tan ingrata como la adolescencia, y acabé metiéndome en un jardín que se transformó en laberinto, del que no sabía salir con gracia, falta del humor que todo lo salva.
En consecuencia, abandoné.

Y ahora me adentro en un jardín aún más intrincado, una selva oscura, una selva selvaggia e aspra e forte...
Así que voy a empezar por el final, devanando el hilo de Ariadna que he ido largando a lo largo de los años, para ver si llegando al chicote encuentro una salida.

Por primera vez en mi vida estoy tentada de no votar el 26-J. Y eso en mí es síntoma de extrema gravedad, porque el voto siempre me ha supuesto no sólo un derecho que no me fue reconocido hasta los veintitantos, sino un deber cívico del que no vale escaquearse.

Mi profesor de Derecho Político, en su primer día de clase, nos dijo que impartiendo esa asignatura creía obligado significarse ante sus alumnos. Por consiguiente se reconocía francamente de derechas, no es un chiste, y avisó de que a esa orientación tenderían sus lecciones.

Pues bien, yo me creo en el mismo deber y ante vosotros, hermanos, me declaro roja sentimental devastada. Sentimental por falta de de formación y de lecturas políticas, sentimental porque es una tendencia espontánea, sentimental porque no procede del entorno en que me he educado…
Por muchas más razones que me resultan difíciles de explicar.

Sin embargo nunca he militado, he sentido que empeñaría mi independencia de voto, y siempre, siempre he votado con la cabeza y no con el corazón o las tripas. Lógicamente esa actitud no solo ha limitado mis opciones, sino que me ha abocado además a una dinámica de voto inútil pero en conciencia, que me deja ante mí misma un poco tontaina pero tranquila.

¿Y ahora qué? Pues agobiada ando, tras el espectáculo que desde el 20-D nos han dado nuestros elegidos, ante su nula capacidad o voluntad de pactar, el - quítate tú para ponerme yo - o el - y tú más -, por no hablar de la información interesada que nos suministran en dosis ingentes los medios y las agencias de encuestas, día tras día.

Para mayor agobio asistimos ya al segundo pase de la película sin atisbos de que vayan a rodar un The End algo más feliz. Saturación, desesperanza, hastío, me siento incapaz de ir una vez más a las urnas.
Claro que también cabría ir a depositar mi voto en blanco, como un varapalo simbólico, pero entonces quedaría de nuevo ante mí misma un poco tontaina pero tranquila.


07 junio 2016

In Memoria di Muhammed Ali
Maria Luisa Ciattei
5 giugno 2016

Negli anni 80 del secolo scorso la mia vita si svolgeva tra un’ aeroporto e l’altro.
Mi muovevo di continuo, tra l’Europa, l’America ed il Pacifico.
Cambiavo casa, nazione, zona geografica, città, lasciando tutto ciò che conoscevo alle mie spalle.
Fu così che durante uno dei tanti viaggi, avendo salutato mia madre e mio fratello, che sapevo di non aver potuto rivedere per anni, la vita mi mandò un piccolo regalo di gioia e meraviglia.
Volavo sempre con la TWA in quei giorni. Avevo la tessera “Frequent Flyer” che mi permetteva di raccogliere punti ed ottenere sconti vantaggiosi per le tratte intercontinentali.
Partii dalla Malpensa che stavo già male, avevo pianto ad intervalli per un paio di giorni per lo scoramento. E’ una cosa difficile da spiegare e da capire. Piangevo ma in Italia non ci sarei voluta restare per nulla al mondo. Amavo e tuttora amo gli Stati Uniti, la mia vita era là, ma ciò mi presentava un costo mentale ed emotivo altissimo ed insopportabile.
Piansi per tutto il tragitto da Milano a New York. A New York dovevo cambiare aereo per Los Angeles e scesi nella zona sala d’attesa di Prima Classe.
Stavo malissimo e persi i sensi.
Quando mi ripresi accanto a me c’era uno steward che mi guardava e mi parlava. Lo rassicurai, gli dissi che ero solo stanchissima e che volevo ed ero in grado di continuare il viaggio. Attorno a me c’era una certa tensione ed eccitazione, era entrato qualcuno e la gente si girava e bisbigliava ma io non me ne interessai.
Lo steward mi fece entrare per prima nella zona di prima classe dell’aereo dandomi due bei posti liberi perché potessi stendermi e riposare. E così feci, mi addormentai immediatamente. Dormii a lungo e mi fece un mondo di bene.
Quando riaprii gli occhi c’era qualcuno seduto due sedie più in là, e mi stava fissando con un sorriso, era Muhammed Alì.
Mi osservò ammiccando con due enormi, bellissimi occhi pieni di curiosità ed affetto, mi sorrise chiedendomi: “ You OK?”
Risposi di sì, sorridendo anch’io. Era un uomo grande, alto, forte, un’essere umano che, a me, seppe donare un lume di affetto e di solidarietà in un momento particolare.
Eravamo già in fase di atterraggio e non ci scambiammo altre parole, non ce ne fu praticamente il tempo. Lui venne rapito dal personale di bordo e dalla gente, io venni riassorbita dalle necessità della mia vita e dalla successiva coincidenza aerea verso il Pacifico.
Oggi che non è più con noi Ali mi è tornato in mente ed ora sono io a dirgli : “ I know you’re OK up there in Heaven where you have always belonged”.
God Bless.


Maria Luisa Ciattei è amica e fu compagna di scuola dell'editore
Pubblicato da Il Messaggero Veneto nelle lettere al direttore del 6 giugno 2016

27 mayo 2016

Pequeñas historias que me contaron. El siglo XX en Madrid

Julio Sánchez Mingo
Mayo 2016

A mi abuela materna. In memoriam

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De soltero, Manolo vivía con sus padres en la calle Columela, la primera bocacalle de los pares de Serrano. Desde el balcón de su casa veía pasear, arriba y abajo, a Manuel Azaña, bajo las ventanas de Lola de Rivas Cherif. Así se cortejaba entonces a las mujeres. El futuro presidente de la República consiguió su objetivo, se casó con ella.


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Eran los años 20. Luis estaba casado con Concha, que por aquel entonces lucía una larga melena, que casi siempre llevaba recogida, al uso de la época. Pero las modas cambian y tiranizan lo suyo. De modo que un día Concha se presentó en casa con el pelo cortado a lo garçon. Su marido, sorprendido y estupefacto, sólo alcanzó a decir: - Pero Concha........


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Pepito y Julito eran dos mozalbetes que vivían con sus padres en la calle Monteleón, aunque los balcones de su casa daban a Sandoval.
Aquel día decidieron hacer diana con una patata en una de las ventanas de la casa de enfrente, que para más inri, era de la vivienda de la portera. Las porteras de Madrid solían ser de armas tomar.
Al primer intento el vidrio de la ventana saltó hecho añicos con gran estrépito. Al otro lado de la calle se oyó vociferar: - Seguro que han sido Pepito y Julito. Me va a oír don José - mientras los culpables permanecían tendidos en el suelo para no ser vistos, sorprendidos y asustados por el resultado de su buena puntería.


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Aquel domingo 23 de septiembre de 1928, Teresa quería ir a la función de tarde del teatro Novedades, acompañada por una de sus hermanas pequeñas. Finalmente no pudieron, afortunadamente, acudir a ver la obra en cartel. En mitad de la representación se declaró un incendio en el escenario. El público, despavorido, intentó desalojar el local en estampida. Hubo 67 muertos y unos 200 heridos. Muchas de las victimas lo fueron por aplastamiento, arrolladas por la marea humana que intentaba alcanzar la calle.
La copla del suceso dice así:

El Teatro de Novedades
espíritu de Madrid
y de los más principales
ha dejado de existir.
Quiso la fatalidad
que un fuego devorador,
trajera a esta capital
luto, llanto y dolor.
Y miles de espectadores
al final de la función,
en gritos desgarradores
buscasen su salvación
.................................
¡Qué angustias no pasaría
toda madre que a su niño
al ver de que fallecía,
abrazaba con cariño!
¡ Y en aquel inmenso fuego
cual ninguno comparado,
despedirse desde luego
sobre el ser para ella amado.
.............................................
Presos de grande locura
porque las llamas surgían,
era dolor y amargura,
salvándose el que podía.
La confusión fue espantosa
el pánico se aumentaba,
era una hora angustiosa
por si se carbonizaban.
Por las columnas caían,
se dejaban descolgar,
y un gran tropel se sentía,
allí dentro del local.
............................................
Horrorizaba de ver,
era terrible, espantoso,
de los artistas correr
presos de ataques nerviosos.
El que salvarse podía
o le podían salvar,
casi asfixiado salía
de aquel volcán infernal.

Y cuando hacerse del fuego
ya pudieron conseguir,
respiraron los bomberos
y también todo Madrid.
.....................................
Lloremos por los que han muerto
por niños abandonados
que en los terribles momentos
quedaban desamparados.
Entre las penalidades
y el grito desgarrador,
lloremos por Novedades
que el fuego lo destruyó.
Y por los que amontonados
en este acto imponente,
se ven del pelo agarrados
por las ansias de la muerte.


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Concha nació en 1876. En 1901 se casó con Luis, en la iglesia de San Ginés de la calle Arenal, y tuvo 12 hijos. Sólo seis de ellos la sobrevivieron cuando falleció, en 1961. En la Guerra Civil uno de sus hijos combatió en el ejército sublevado, que cercaba Madrid. En el transcurso de la contienda asesinaron a su hermano Pepe en una de las sacas de la cárcel Modelo y dieron el paseo a un hijo de éste, Juan, un joven estudiante, soldado de cuota, que había escapado de la toma del cuartel de la Montaña. También perdió, de muerte natural, a Luis y, al poco de terminar la lucha fratricida, a su cuñado Félix, hermano soltero y socio de su marido, que convivía con ellos. Además sufrió el bombardeo de su casa y tuvo que refugiarse con su familia en el domicilio de unos parientes. En la posguerra, con el negocio familiar perdido y grandes estrecheces económicas, pasó mucha hambre y tuvo que malvender casi todo el ajuar doméstico y las pocas joyas que tenía. ¿Se puede sufrir más? ¿Puede ser la vida tan dura con una persona?


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María Luisa vivía con su familia en un último piso de un edificio de la calle Colón, semiesquina a Fuencarral. En la Guerra Civil los bombardeos aéreos y de la artillería del ejército rebelde eran frecuentes sobre esa zona, situada a espaldas de Telefónica, objetivo estratégico de los facciosos y sede de la Sección de Prensa y Propaganda de la Junta de Defensa de Madrid. Cuando empezaba la fiesta, sonaban las alarmas y los vecinos bajaban al sótano, habilitado a modo de refugio contra los artefactos explosivos y sus efectos devastadores. Un día, al volver a su vivienda tras cesar el fuego, se encontraron la cocina sin techo ni tejado, al raso, con la cubierta del inmueble medio derruida y un obús sin explotar sobre la cama de su tío Félix. Avisaron a los artificieros que retiraron el proyectil. Toda la familia tuvo que evacuar su hogar, abandonando sus pertenencias, y refugiarse en casa de unos primos, en la calle Claudio Coello, en la manzana del mercado de la Paz, nombre paradójico en aquellos momentos, en el barrio de Salamanca, zona juzgada más segura y que no era blanco de las bombas. Se consideraba que su vecindario era afín a la causa de los rebeldes.


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El mayor de los hijos varones de Concha hizo la Guerra Civil en las filas del ejército rebelde, como médico militar. Cuando tomaron Madrid, a finales de marzo de 1939, se presentó en la casa familiar a ver a su madre y al resto de la familia y les llevó el más preciado de los regalos: unos chuscos. ¡Habían pasado tanta hambre durante el asedio de la ciudad!


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En Madrid, en la Guerra Civil, los milicianos realizaban frecuentes registros domiciliarios. Un día se presentaron en el piso de Concha y su familia. Aporrearon la puerta y se les franqueó el paso. Uno de ellos se coló en los dormitorios y al poco volvió portando una imagen de la Inmaculada Concepción, que tenía la dueña de la vivienda, diciendo: - Son carcas. Mirad lo que he encontrado. - A lo que Concha replicó: - Hijo, ¿acaso su madre no tiene un santo o una virgen en su casa? - El miliciano calló, bajó la cabeza, devolvió la talla de la Inmaculada, reunió a sus compañeros y se fueron.
Años después una de las nietas pequeñas de Concha, de no más de tres años y que por aquel entonces vivía con sus padres en casa de la abuela, acostumbraba a pasearse por la vivienda acunando – ea, ea, ea...ea, ea, ea...ea, ea, ea... - la figura de la Concepción, una talla de madera de unos cincuenta centímetros de alto, que, milagrosamente, nunca cayó al suelo. Concha dispuso que en el futuro la imagen debía ser para su nieta, que hoy día la luce orgullosamente en su casa.


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Los hechos narrados, así como sus protagonistas, son reales y me fueron relatados por ellos o por alguno de sus familiares directos.


Nota del autor. Una tarde de este mes de mayo de 2016, mi tía Paz, de 96 años de edad, me recitó las primeras estrofas de la copla del Novedades. Gracias a ello pude encontrar en Internet el texto, más o menos completo. Le estoy muy reconocido.