Mi
madre, la espuma y la memoria
Carmen García Delgado
Hace
cuatro años
que
murió mi padre
y
que
mi madre empezó
a perder memoria y habilidades.
Cuando
la ducho, ante su desnudez y fragilidad, pienso que hasta hace pocos
años ella, enérgica, fuerte y mandona, era la que cuidaba de mí;
ahora, vulnerable y dependiente, yo la cuido y la protejo.
Después
de ducharla la siento en su tocador para peinarla, el mismo tocador
de siempre que tanto me fascinaba cuando era niña, con todos esos
cajoncitos, los botes de cristal tallado y el juego de peines y
cepillos con mango de plata.
-¡Qué
hermoso pelo tienes, carabí!-
¿Te acuerdas mamá? Me lo cantabas cuando era pequeña para
distraerme y que me dejara peinar. -¿Quién
se lo peinará, carabiurí, carabiurá?
En
el espejo del tocador
que
refleja
a ambas veo
sus ojos azules,
preciosos, de mirada vacía, su cara inexpresiva. No dice nada.
Sin
embargo, todo cambia a media tarde cuando le llevo la merienda. Abre
el bote de cacao con
impaciencia, se pone dos buenas cucharadas en el vaso y echa un
poquito de leche. Metódicamente revuelve la mezcla, aplasta contra
la pared de cristal los grumos que se han formado, lo llena del todo,
bate para que salga espuma, comprueba la temperatura del vaso con las
manos y da un buen trago. Después, golosona, relame el borde
violáceo con algún puntito marrón que se le ha quedado en los
labios.
-María-
me dice -no le cuentes a mamá que me he puesto tanto cacao
porque si no me va a regañar.
Siempre
me quedo con ganas de contestarle
-Te
guardaré el secreto, Carol.
Precioso, entrañable.
ResponderEliminarLa infancia: ese paraíso que algunos hemos tenido la suerte de conocer y que nos ayuda a seguir
Un enorme beso querida Menchu
No volver a llamarlas mamá, qué pena más gorda… Gracias, Menchu, te quiero.
ResponderEliminar¡Te quiero tres veces!
ResponderEliminarSencillamente maravilloso...
ResponderEliminarMuy bonito y real como la vida misma.
ResponderEliminarYo también perdí a mi madre con una perdida previa de la cabeza y vuelta a su niñez y es muy triste por lo que conlleva y por el aviso del final que se avecina.
Enhorabuena a la magnífica escritora que tan bien ha sabido reflejar a una situación tan delicada!!!