22 mayo 2020


Divertimentos
Tres acerados puyazos en forma de microrrelato

Julio Sánchez Mingo
Fotos del autor
He aquí, mi querido lector, unos breves trabajos, divertimentos más bien. Son tres microrrelatos escritos para su presentación en unos certámenes de este género literario celebrados recientemente en Madrid. Obviamente, no fueron galardonados.


Siempre se trasladaba en Metro

Escrito participante en el XI Concurso de Microrrelatos convocado por las Bibliotecas Municipales de Madrid, en octubre de 2019, con el lema Los relatos viajan en Metro, con motivo del centenario del Metro de Madrid. El texto debía ser igual o inferior a cien palabras e incluir el término Metro.


10-04-2020 12:41 El Metro de Madrid durante el confinamiento. Trayecto Aeropuerto T4-Colombia.
Era un hombre honrado, simpático, que se llevaba bien con todo el mundo, preocupado por sus conciudadanos y por el bien común. Alcanzó la presidencia de la Comunidad de Madrid. Su deseo era que el Metro de la región fuera modélico de hecho siempre se trasladaba en este medio de transporte y que la sanidad pública y la educación pública brillaran por su excelencia. Pero los poderes fácticos, para preservar sus intereses, le hicieron la vida imposible y falleció de un infarto, como Luciani, a los treinta y tres días de su mandato.



Madrid, museo al aire libre de alcorques vacíos

Con motivo del confinamiento impuesto a la ciudadanía a causa de la pandemia del Covid-19, este mes de mayo de 2020 el Museo de Historia de Madrid ha convocado Microhistorias desde el encierro. Su extensión no podía superar el centenar de palabras y debían contener los vocablos Madrid y museo.



El pasado Día del Libro 2020, regalé a todos mis amigos El hombre que plantaba árboles, de Jean Giono.
Mal presagio.
A la mañana siguiente, una contrata municipal taló, frente a casa, un magnífico y frondoso ejemplar de arce.
No lo repondrán. Es la política del ayuntamiento.
Madrid es un museo al aire libre de alcorques vacíos. Sus fondos son infinitos.


Hace años, en el mercado de Barceló

La Biblioteca Pública Municipal Mario Vargas Llosa de Madrid convocó, en octubre de 2019, el III Concurso de Relatos Cuarto y mitad, con el apoyo del cercano mercado de Barceló. La longitud de la redacción debía ser de un máximo de mil palabras e incorporar la expresión en el mercado.
Los mercados de Madrid están transformando sus puestos de frutas, verduras, carne, pescado, pan y ultramarinos en bares de tapas, en un proceso de gentrificación imparable. El ejemplo más significativo es el mercado de San Miguel, próximo a la plaza Mayor. Por ello, diálogos castizos como los que siguen, cuajados de dobles sentidos, se están perdiendo.



¿A cómo está la coliflor?
Regalada.

¡Qué frío!
Señora, el Ayuntamiento, que no cuida el edificio. Entra aire por todos laos. No vea los sabañones que me salen en el mercado.

Los melones los tengo todos al mismo precio, peros son mejores éstos, de mi tío. Me los trae de Titulcia, a orilla de Villaconejos.

Los pepinos me gustan de color verde, no de esos negros que hay por ahí.

No me ha devuelto los 50 céntimos.
Sí señor, se los he devuelto.
Yo he visto como se los ha dado.
¿Ve usté?

Vamos, que se me termina el género.

Venga la bolsa, que le vuelco las naranjas.

Póngame 10 kilos de patatas.
¡Vaya familión que tiene usted!

Pog favog, seguía tan guentil de dagme trois pimientas vegdes y dos gojas.
Madan, la pimienta es otra cosa. Estos son pimientos.

Tiene los melocotones al doble de precio que este verano en Colmenar. ¡Cómo se aprovechan, qué barbaridad!

Deme más perejil, no sea agarrao.

¡Pero qué señora mas guapa y más joven!
No sea zalamero, que ya tengo ochenta y cinco.

El pepino es bueno para el cutis.
¡Hay que ver, qué fijación tienen estas señoras con los pepinos!

¡Vaya peras que tengo, vaya peras que tengo!
Ya, ya, señora, ya veo.

¿Qué pasa, a mí no me cobra? Yo estaba antes.

Jefe, pruebe este higo, que está muy dulce.
Eso dicen todas.

¿Estará buena?
Como usted, reina mora.
No se pase, ¿eh?

Soy de Córdoba. Utilizo estos tomates para el salmorejo.
Yo hago el gazpacho con tomates pera.

Póngame cuarto y mitad de ibérico. No estará salado, ¿verdad?
Calle mujer, rico, rico.

Deme un manojo de cebolletas.
¿Le corto el rabo?

A ver, Guti, campeón ¿qué te pongo?
¡Qué yo soy del Atleti!

Está de muerte,
¿Quién yo?
¡La guayaba!

Gracias, amor.
¡Qué cosas me dice!

Sólo hay huevos morenos.
Los blancos están de capa caída.

Hoy tengo coliflor.
No, gracias.
Con lo buena que es. ¿Repollito?
No, que después huele a escalera.

Buenos días, moreno.
¡Qué ya peino canas!

Señora, se le ha caído el calabacín.
En qué estaré yo pensando.

¿Mezclo melocotones y paraguayas?
Sí, no creo que se peleen.

Tengo una alegría en el cuerpo... alegría Macarena.

Éstos me han deslomao a trabajar hoy. Éste se quiere comprar una moto, el jefe no sé qué de un chalet. Yo estaría todo el día tumbao en el sofá con tres rubias… de Mahou.

4 comentarios:

  1. Los tres relatos hablan del vacío: el del metro durante lo más crudo de la pandemia, el de los alcorques, símbolo de la desidia de los sucesivos ayuntamientos, o el dejado por los antiguos mercados donde bullía la vida. Es el vacío de aquel Madrid del que apenas queda nada. ¡Pobre Madrid!

    ResponderEliminar
  2. Geniales relatos del mercado, me he reido. Gracias

    ResponderEliminar
  3. Me parece genial y muy bien llevado el ambiente tan castizo y dicharachero del mercado. Una pena que esos diálogos se terminen de perder gracias a la llegada de las compras "on líne" tan asépticas,aburridas e insustanciales.
    Felicidades.

    ResponderEliminar

Los comentarios de este blog están sujetos a moderación. No serán visibles hasta que el administrador los valide. Muchas gracias por su participación.