El terremoto, Lola y yo
Clementina Cruz
Lola sesteando al sol en su terraza, un mes después del suceso narrado. J. S. M. |
En el verano de 2017, empecé a trabajar en Ciudad de México con una familia constituida por un matrimonio joven y su hermosa hijita, de tan solo ocho meses de edad. Con ellos vivía, como una más de la familia, Lola, su mascota, que era muy querida por sus amos. Conmigo no era tan cercana y se mostraba bastante huraña. Tampoco yo estaba acostumbrada a convivir con un perro.
Pero el destino nos tenía algo reservado. El martes 19 de septiembre de ese mismo año estaba transcurriendo como cualquier otro día. Pero, a las 13:14, un sismo de magnitud 7.1 azotó la gran ciudad, con una duración de 90 interminables segundos. Las fuertes sacudidas nos sorprendieron a Lola tomando el sol en la terraza, como siempre hacía, y a mí en la cocina. Aquel ático en una séptima planta no dejaba de moverse. Su fachada lateral golpeaba estruendosamente la de la finca colindante, separadas unos veinticinco centímetros. La frecuencia de oscilación de los dos edificios no estaba sincronizada y, posiblemente, no era la misma. Yo casi no podía sostenerme. Como pude, salí a la terraza. Al ver y escuchar lo que sucedía, el pánico me invadió. Me senté en el suelo y me recargué contra la pared, cuando vi que Lola iba de un lado a otro, tampoco podía mantenerse en pie y estaba aterrorizada. Fui a gatas a por ella y regresamos a guarecernos al mismo lugar, a cielo abierto. La abracé y le pedí a Dios, pues estábamos en sus manos. Cuando terminaron los temblores, abandonamos el edificio y contemplamos cómo el caos se había apoderado de las calles.
A partir de ese día Lola y yo conectamos de una manera muy especial. Se volvió dócil conmigo y mi forma de relacionarme con ella cambió. Hasta me hacía fiestas cuando yo regresaba de descansar los fines de semana. La lección que aprendí de este suceso es que los perros son los seres más agradecidos que existen. Podría decir más: a un humano, por el hecho de serlo, se le olvida en muchas ocasiones algo que hiciste por él. Lola y yo estuvimos juntas en el momento más difícil de nuestras vidas y ello quedará grabado en mi memoria para siempre.
Nota del editor. El terremoto dejó un saldo de 369 muertos, la mayoría en la capital del país, donde 228 personas fallecieron. Cuarenta y nueve de ellas en el edificio de Álvaro Obregón, 286, en Roma Norte, perteneciente a la alcaldía Cuauhtémoc, de acuerdo con las cifras oficiales publicadas por el gobierno mexicano. Coincidió con el aniversario del temblor de 1985, que fue mucho mas mortífero y devastador. Las características del subsuelo de Ciudad de México, construida sobre el fondo fangoso del lago de Texcoco, amplifica las ondas sísmicas, especialmente en las colonias Roma y Condesa.
07-10-2023 Un terremoto de magnitud 6,0, con epicentro en Oaxaca, estado del sur mexicano, sacudió diferentes zonas del país y activó este viernes la alerta sísmica en Ciudad de México. El Servicio Sismológico Nacional (SSN), que de manera preliminar había fijado la magnitud del evento en 6,3, situó el epicentro a 12 kilómetros al noroeste de Matías Romero, Oaxaca. Se produjo a las 23:06, hora local (07:06 de Madrid ). Cuando empezaron a sonar las alarmas, Lola salió disparada a la terraza. Su amita Helena, de casi siete años de edad, se comportó como una valiente.
Qué bonita historia. Momentos tan críticos a veces te hacen ver que lo que creías que no te importaba,si lo hacía.Y en ese momento se muestran los lazos que pensabas inexistentes
ResponderEliminarSaludos, soy de la Ciudad de México, viví los terremotos y el que mas sufrí fue en 1985 , apenas me cambie de casa cuando sucedió, mi abuela me dejo en la entrada de la escuela, tenia 14 años, no existía los simulacros, y todo fue un desorden que llego a ser cómico,; pero mi abuela le toco lo peor, todavía estaba en el autobús frente al edificio SCOP y vio como se derrumbo el edificio y se destruyeron los murales. Me gustaría si me dieran por favor la oportunidad de mandarles un resumen de mi experiencia por favor.
ResponderEliminarEstaremos encantados de que remita sus experiencias.
EliminarPuede hacerlo por correo electrónico a la dirección diariodemadrid@yahoo.com.
Muchas gracias y saludos cordiales.