De
buitres, fronteras y políticos carroñeros
Julio
Sánchez Mingo
A Forges y demás humoristas que nos
han hecho o nos hacen reír y, sobre todo, pensar
El otro
día leí un artículo1
sobre buitres que me hizo meditar largamente.
Al
parecer, según un reciente estudio, los buitres que sobrevuelan el
suroeste de la Península Ibérica evitan Portugal y se mantienen a
este lado de la frontera, una frontera política, artificial, no
física, excepto en el Miño y el Guadiana. Ello es debido a las
distintas políticas sanitarias, relativas al abandono de animales
muertos en el campo, que se aplican en el país lusitano y en algunas
comunidades autónomas españolas. A raíz de la epidemia de las vacas locas, la Unión Europea prohibió abandonar
carroña, medida, por cierto muy controvertida, y que se derogó años
después bajo ciertas condiciones. El Gobierno español traspuso
estas normas mediante los correspondientes decretos. Eso sí, como la
política ganadera es competencia de las, benditas, comunidades
autónomas, cada una de éstas reguló, o tiene pendiente de regular,
a su manera. Resultado, en Portugal, que mantiene la prohibición,
hay pocos
buitres
porque no se pueden alimentar y los buitres madrileños de La
Pedriza se van de picnic a Segovia, en Castilla y León, a Guadalajara, en Castilla La Mancha, o, lo que es peor, al vertedero
de Colmenar Viejo, que, para más inri, está en la senda del
aeropuerto de Barajas. Llegan a volar hasta trescientos kilómetros en busca
de comida como si tal cosa, dando amplios cortes de manga a las
mentes no pensantes que nos rigen y, lamentablemente,
nos
separan.
Mal
negocio este de las fronteras políticas y administrativas para
buitres y personas.
Sin ir
más lejos, las prestaciones sanitarias en cada comunidad autónoma
son diferentes. Sin embargo, el derecho a percibirlas se deriva del
pago de las cotizaciones a la Seguridad Social, que son iguales en
toda España, ¡y
esperemos que por muchos lustros!
Las
comunidades autónomas son un excelente invento para los políticos
pero para el ciudadano de a pie son causa de discriminaciones,
problemas administrativos y un aumento desorbitado del gasto público.
Para mantener la identidad y las lenguas gallega, vasca y catalana,
no hacía falta montar todo este disparate. El país necesita
descentralización, no reinos de taifas, que son agencias de
colocación de familiares, amigos y correligionarios políticos, que
no aportan prácticamente nada al engranaje burocrático. Los
ciudadanos necesitamos funcionarios que nos atiendan a pie de calle,
no diecisiete parlamentos desarrollando diecisiete leyes del suelo
distintas o diecisiete directores generales de hospitales o
diecisiete normativas diferentes sobre las calderas de gas domésticas.
¡Qué derroche de esfuerzos colectivo!
Volviendo a los buitres, la Comunidad de
Madrid, desde 2011 en que tenía que haberlo hecho, no ha
reglamentado todavía el abandono de cadáveres de animales para
carroña. Será porque en los cantiles de Génova anidan colonias de
Gypaetus corruptus,
buitre azulado que se alimenta de papel moneda, especialmente aquel
de color verde, amarillo y violeta, y no desean competencia por
el sustento.
Anexo.
Especies de buitres de la Penísula Ibérica.
-
Gyps fulvus.
Buitre leonado.
-
Aegypius monachus.
Buitre negro.
-
Gypaetus barbatus.
Quebrantahuesos.
-
Gypaetus corruptus.
Buitre azulado, que se alimenta de papel moneda.
-
Aegypius trespercentis.
Buitre con barretina. Se alimenta
de papel moneda y butifarra.
El Roto |
Muy bueno Julio ahora vamos a ver si toman nota los responsables.
ResponderEliminarLo peor de estos Gypaetus corruptus, especie invasora donde las haya,es que son insaciables, cuanto más comen más quieren, y lejos de extinguirse, se reproducen como las ratas.
ResponderEliminarEs una verdadera lástima que estos Gypaetus corruptus se han convertido en una plaga insaciable! Y visto lo visto, es un problema que va muchísimo más allá de España.
ResponderEliminarOtro argumento contra las comunidades autónomas: la gestión del lobo.
ResponderEliminarhttps://elpais.com/elpais/2018/03/19/ciencia/1521476174_730559.html