Otra vez en diciembre
Julio Sánchez Mingo
 |
| J. S. M. Madrid, 13 de diciembre de 2021. |
Hace dos años fue Carmen, muchos más Jeannine, hoy Verónica. En diciembre, y eso que hoy, lunes 13, hace un día espléndido, soleado, de cielo radiante, que invita a vivir. Pero la soledad interior, el desánimo, el no encontrar sentido a la vida, los efectos de la depresión lo pueden todo. Algo que no podemos comprender los que, por fortuna, no sufrimos ese mal, que, paradójicamente, ataca a personas tan sociables, siempre cercanas, entrañables y cariñosas. Qué impotencia se siente por no poder ayudarlas a detener esa espiral funesta que conduce a dar el paso fatal o no estar presente para impedirlo.
Era una niña tierna y siempre risueña, de ojos claros y tristes. La recuerdo en Pajares, aquellas Navidades del ¿62?, jugando a los palillos, con las uñas mordidas hasta lo imposible. Siempre pegada a su hermano Alvarito, dos años mayor, a quien siempre estuvo muy unida hasta la repentina muerte de él, la Nochevieja de 2014. ¡En diciembre!
La vi por última vez a la salida de una función teatral en el Pavón. Quedamos en reunirnos otro día, tomar un café, charlar y aprovechar para entregarle unos ejemplares que conservo de El chisme, una revista de adolescentes que editaban —máquina de escribir, dibujos a mano, folios grapados, copias de ciclostil—, su querido y ya entonces desaparecido hermano, Lengarán, el otro Alvarito, Castro, Emilio, Caparrós y algún otro. Los pequeños de un curso inferior al mío, al que la parca ha diezmado de forma notable. Nunca encontramos el momento oportuno para coincidir. Le enviaré una copia por el móvil, para que la lean todos ellos desde el cielo y celebren su inocencia de aquellos años.
La noticia nos ha impactado y afectado enormemente. El servicio de mensajería del teléfono echa humo y todo son recuerdos y anécdotas relativas a ella y su hermano. De alguna forma, todo el colegio ha mantenido contacto con Verónica todos estos años. La veíamos en el cine, el teatro, la televisión, escuchando su voz tan característica, tan personal, inconfundible, de niña buena. Qué tristeza por su pérdida. Una parte de nuestra vida se va con ella. So happy...
 |
| Uly Martín. |
El cuento de Navidad de la Cadena SER 2021, con locución, entre otros, de Verónica Forqué:
Pinocho, de Collodi, en adaptación de Esther García Llovet.
Es muy triste perder a una compañera del colegio,no tengo palabras, la recordaremos siempre alegre, con esa voz tan suya.
ResponderEliminarAhora se habrá reunido con su hermano Álvaro (al que adoraba).
Yo no era compañera suya, pues estaba en un curso inferior, pero la recuerdo en el patio, en el teatrino...
Descansa en paz Verónica.
Qué pena que este río de amor y simpatía que ella originaba no bastara para protegerla de su dolor de vivir. Simulaba, qué gran actriz, bajo una felicidad intermitente su tristeza y falta de perspectiva futura. Nuestra humanidad se comprende también gracias a estas tragedias que caen, a menudo, sobre los más nobles y sensibles.
ResponderEliminarIl cervello emotivo è troppo più potente di quello cognitivo. Accade allora che anche persone di profonda cultura non trovino le risorse per contrastare un male di vivere che può essere insopportabile. La morte allora è l'unica estrema consolatrice.
ResponderEliminarPrecioso articulo
ResponderEliminarA los que no hemos ido al colegio con ella también se nos ha ido una persona cuya fama metió en nuestras vidas
Una lastima, efectivamente no haberlo podido evitar
Qué mala es la mente que no te deja ver que la gente te quiere
Me encantaba ir a verla al teatro. Ya se ha dicho todo de Verónica, una mujer que trasmitía con su mirada, su voz, su sonrisa, esa magia única. Una gran actriz, era de mi mismo año de nacimiento. Cuando alguien a quien admiro se va, especialmente si es de mi edad, me siento algo indefensa, pérdida, desangelada. ¿Por qué, ... si aún no le había llegado su día?. Y siento impotencia, miedo, porque tampoco estoy libre, nadie lo estamos de terminar con la vida que se nos dio. Como aficionada al mundo teatral, siento esta gran perdida por no poder volver a disfrutar de Verónica. Allá donde estés, te deseo la Mayor Felicidad.
ResponderEliminar