29 septiembre 2017

La isla

Jesús Ramos Alonso

El microrrelato de Jesús Ramos Alonso, al hilo de la crisis catalana, es un alegato a favor del hombre y de la solidaridad humana, que es lo importante, lo fundamental, y en contra de creaciones artificiales, accesorias y cambiantes como nación y estado, que dependen del lugar de nacimiento o residencia, y que muchos gobernantes aprovechan con intereses espúrios, llegando a la violencia o la guerra. J.S.M.


La primera vez que lo vi fue en las rocas. Yo acababa de pescar un pez con un rudimentario aparejo. Por sus rasgos adiviné que se trataba de uno de los tripulantes de la fragata enemiga, hundida también en la cruenta batalla. Parecía hambriento. Yo había conseguido salvar el cuchillo y quizá eso, y mi corpulencia, hicieron que se ocultara a mi vista durante los días que llevábamos en aquel islote, que, de parte a parte, no tendría más de doscientos metros.
Saque las tripas del pez, corté unas tiras de su carne y le hice un gesto para que se acercara.
Hablamos mucho en el tiempo que siguió a aquel primer encuentro. Nuestras naciones estaban enfrentadas por la posesión de un territorio que ninguno de los dos conocía, ni conocía a nadie que hubiera estado allí, ni sabía cómo eran sus habitantes. Pero ambos teníamos amigos y parientes que habían perdido vida y hacienda defendiendo el supuesto fuero de su respectivo rey sobre aquel lugar remoto y desconocido.

Pasaron los días hasta que un amanecer divisamos un navío fondeado en la ensenada. Unos hombres botaron un pequeño esquife y remaron hacia la playa. Con la niebla no se distinguía ninguna enseña ni bandera. Nos miramos y, sin cruzar palabra, nos ocultamos hasta que los visitantes abandonaron nuestro hogar.

3 comentarios:

  1. Relato conciso y hermoso. Así, con pocas palabras se desmonta cualquier campaña belicista. Ayer había gente en Facebook invitando a que el ejército saliera a la calle.No quiero volver a ver escenas como las de ayer. Quiero una isla para resistir, con otros y rechazar todas las guerras. Que así sea.

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  2. El nacionalismo de los de arriba sirve a los de arriba.
    El nacionalismo de los de abajo sirve también a los de arriba.
    El nacionalismo, cuando los pobres lo llevan dentro, no mejora, es un absurdo total.

    Bertolt Brecht

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  3. Kipling escribió después de la muerte de su hijo en combate, durante la primera guerra mundial: “If anyone asks why we died / Tell them, because our parents lied” (Si alguien pregunta por qué hemos muerto / diles: porque nuestros padres mintieron).

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