Día
de la Madre
Fernando
Moya Molina
El
primer domingo de mayo se celebra en España el Día de la Madre.
Esta festividad se conmemoraba el día 8 de diciembre pero, en 1965,
se trasladó a la fecha actual.
Ese
día, en las ciudades españolas, se ve por las calles a mucha gente
portando ramos de flores. Es una jornada señalada en la que los
hijos que viven fuera del hogar materno hacen un hueco para visitar a
sus respectivas madres. Me gusta creer que, en caso de imposibilidad,
al menos hagan una llamada de teléfono. Algo mejor que el WhatsApp,
que tan vertiginosamente se ha extendido por nuestro país.
En
muchos, si no en todos los colegios, en las etapas infantil y
preescolar, durante la semana anterior a tan señalada fecha, los
maestros ayudan a sus discípulos a preparar algo para sus madres,
pidiéndoles que escriban algo cariñoso, ya sea una frase o un
pequeño poema, en una tarjeta generalmente dibujada por ellos
mismos.
Esta madrugada, como
muchas otras, estaba escuchando la radio antes de levantarme. Los
responsables del programa de turno habían preparado varios cortes de
audio donde las madres de los presentadores y colaboradores del
espacio contaban lo que sus respectivos hijos solían regalarles
cuando eran pequeños. En todos los casos comentaban que aún
guardaban con cariño las felicitaciones que habían recibido con
cada regalo.
Mi madre también
conservó esas tarjetas. Yo tengo en mi poder algunas de ellas, como
la que se puede ver en las imágenes de este escrito. Mis dos
hermanas mayores y yo no éramos buenos dibujantes. Solíamos comprar
el tarjetón ya impreso y escribíamos en él lo que deseábamos
expresar. Cuando preparamos esta tarjeta teníamos 8, 7 y 4 años,
respectivamente. En el dorso de la mísma se aprecia la dedicatoria y
las firmas de los tres.
Por
desgracia, hace unos años que mi madre ya no está entre nosotros y
quiero dedicarle un recuerdo muy especial. Estoy seguro de que lo
recibirá con una amorosa sonrisa donde quiera que ahora se halle.
A
todos aquellos que aún tenéis la fortuna de tener a vuestra madre
con vosotros, no creo que sea necesario recalcaros el tremendo y
maravilloso regalo que recibís día a día. Por favor, dadle un
fuerte abrazo y un tierno beso.
Os
deseo a todos lo mejor y un feliz Día de la Madre.
Enseñarás a volar..
ResponderEliminarpero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar...
pero no soñaran tus sueños. Enseñarás a vivir...
pero no vivirán tu vida.
Enseñaras a cantar...
pero no cantarán tu canción. Enseñarás a pensar...
pero no pensarán como tú.
Pero sabrás que cada vez que ellos
vuelen, sueñen, vivan, canten y piensen...
Estará en ellos la semilla del camino enseñado y aprendido.
Teresa de Calcuta