Mirando para otro lado
Julio Sánchez Mingo
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2025-03-26. Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional USA visita el CECOT (Centro de Confinamiento del Terrorismo) de El Salvador. |
Las analogías son evidentes. Ello hace que la secuencia de los acontecimientos que sobrevienen en los últimos tiempos sea muy preocupante. En 1933 Hitler alcanzó el poder tras su éxito en la urnas. Llevaba años apuntando maneras y su discurso no hacía presagiar nada bueno. El terreno estaba abonado, con una sociedad muy castigada a la salida de una guerra con millones de muertos y otras víctimas y masas ingentes de desempleados. Un delincuente con el pelo naranja, convicto y condenado, obtiene la presidencia de una república plutocrática con una exigua mayoría de un 1,5 % de votos populares. No es de extrañar. Se trata de una sociedad en la que una mayoría blanca acomodada explota a una gran minoría segregada desde hace siglos y a millones y millones de inmigrantes, unos legales y muchísimos otros no, y que ve que su economía y poder está de capa caída, donde se acrecienta día a día la desigualdad y su modelo de producción industrial ha condenado al cierre a sus grandes industrias para un lucro desmesurado de sus grandes dirigentes empresariales. Se añora y evoca una pasada edad de oro triunfal que no fue tal. Creen que el macho alfa les va a devolver su soñada grandeza. El pensamiento reaccionario y su propaganda idealizan y falsifican una época que sí fue de fuerte predominio mundial en la geopolítica y en el comercio internacional. Han aprendido de Goebbels, ministro del III Reich, y sus once principios de la propaganda nazi. Cuando se repite un mensaje, lo más simple posible, una y otra vez, se consigue el objetivo de que cale y la gente lo crea. Hoy, los medios de comunicación de derechas estadounidenses, como hacía la maquinaria de propaganda nazi, repiten y amplifican hasta la saciedad las frases de Trump. Para Gandhi, la democracia era el gobierno del pueblo y afirmaba que esto, en Occidente, era pura teoría. No podía ser una realidad mientras persistiera el inmenso abismo entre pudientes y millones de necesitados y los votantes se dejaran guiar por medios de comunicación tantas veces interesados y deshonestos. Ahora, habría que añadir la manipulación ejercida a través de las redes sociales.
En tres meses, al más puro estilo nazi, se han sucedido al otro lado del Atlántico norte redadas callejeras ejecutadas por agentes encapuchados con la detención de ciudadanos extranjeros y su expulsión inmediata del país, purgas en los servicios de inteligencia, el despido masivo y casi indiscriminado de funcionarios, la reducción de beneficios sociales a los sectores más desprotegidos, la restricción de la libertad de expresión a los críticos con el sionismo criminal y con las políticas sociales y de desarrollo humano, el castigo económico a las mejores universidades del país que no comulgan con sus postulados, el intento de controlar algunas agencias independientes, incluyendo la Comisión Electoral federal y se ha declarado una caótica guerra comercial a todo el mundo con la imposición de aranceles a troche y moche. El sueño americano de tantos inmigrantes, como los miles de vendedores ambulantes de Nueva York que han desaparecido como por ensalmo de las calles, se evapora por días. Ante la posibilidad de ser deportados, tienen miedo y no se atreven a salir a la vía pública. Ese individuo, que tiene siempre a Dios en los labios, presume de cristiano y exhibe la Biblia en actos públicos, no para de hacer daño y causar dolor dentro y fuera de su país. Por su comportamiento ha sido censurado y criticado acremente por el cardenal católico de Washington, la obispa episcopaliana de su diócesis y el Papa, fallecido mientras redacto estas líneas, algo que lamento profundamente —Bergoglio ha sido un referente moral para todos nosotros, católicos o no, y un faro en la lucha contra la desigualdad, denunciando injusticias y guerras como la que está aniquilando a los residentes de Gaza y Cisjordania o el tratamiento de la inmigración en los países ricos— . Trump es cómplice y mentor del genocidio del pueblo palestino —al que además pretende expulsar de su tierra para construir complejos hoteleros a orillas del Mediterráneo—, siguiendo la trayectoria establecida por su antecesor en el cargo, un anciano gagá sometido a los grupos de presión. Los comportamientos y formas policiales de la ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) recuerdan a los de las SS hitlerianas y se apoyan para sus fechorías en la subcontratación de cárceles abominables de un país centroamericano, donde pobres desgraciados son recluidos sin garantías y sin haber pasado por proceso judicial alguno para ser sometidos a un proceso de deshumanización como el practicado en los lager alemanes, donde el objetivo era la cosificación y animalización de los seres humanos, para despojarlos de alma, sentimientos y dignidad. Aunque experiencia en estas nefandas artes no falta en ese país que se autodenomina democracia. Recordemos Guantánamo donde, desde 2002, cuarenta personas siguen indefinidamente detenidas sin cargo y sin juicio, o los centros clandestinos de detención de la CIA. Sin olvidar que, como dice Muñoz Molina, el sistema penal estadounidense es un gulag de crueldad y pobreza que tritura seres humanos. Procedimientos todos ellos que se replican en Israel con los prisioneros palestinos.
Ante esta panoplia de graves y execrables hechos miramos para otro lado, nos encogemos de hombros, como si no fueran con nosotros, como si no se tratara de atrocidades cometidas contra seres humanos, nuestros hermanos.
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Mahmoud Ajjour fotografiado por Samar Abu Elouf. Premio World Press Photo 2025. |
Así es, cierro fuerte los ojos y los abro por si es una terrible pesadilla, porque no puedo entender que haya tanta deshumanización. Deberíamos echarnos a las calles y gritar contra tanta barbarie. Es más que triste, no entiendo nada. Si el actuar de esa forma les hiciera inmortales, pero acabarán como todos , antes o después La Parca nos iguala. Mientras tanto en Gaza seres humanos sufren y mueren. No puedo entender que unos individuos se crean superiores y con derecho a manejar a otros a su antojo. Mea culpa porque miro hacia otro lugar, evadiendome de la profunda tristeza que me produce todo cuanto está ocurriendo. De acuerdo contigo julio en todo cuanto dices del Papá Francisco.
ResponderEliminarGracias, Julio: me siento representada en cada una de tus palabras y os invito a mi vez a escribir a vuestros contactos para transmitirles estas reflexiones con palabras de Julio, o con las vuestras, para que cada vez seamos más los que NO MIRAMOS PARA OTRO LADO.
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