Pida
consejo a los ciudadanos
Julio
Sánchez Mingo
Sus
consejos no son de fiar
No soy constitucionalista. Pero, como soy
viejo, tengo muchas horas de vuelo y,
por tanto, discernimiento,
capacidad de análisis y sentido común.
Lo mismo trato con un bolero,
limpiabotas, que con millonarios o banqueros, hablo tanto con un
premio Nobel o un político de primer nivel como con un joven
exiliado venezolano, repartidor de comida a domicilio. Como
dice el Tenorio: —
...Yo a las cabañas bajé, yo a los palacios subí,…
Sé lo que da de sí
un magistrado, sus sentencias muchas veces nos sorprenden, un
notario, un abogado del
Estado o el consejero delegado de una gran empresa. Me he aburrido de
oír tonterías en comités de dirección de una multinacional y, por
tanto, no me sorprenden las cosas que dicen nuestros políticos en
público y que tanto escandalizan. Gente competente de verdad,
excelente… hay poca.
El presidente del Gobierno está rodeado
de asesores, consejeros áulicos, jefes de gabinete, ministros y
demás personajes que continuamente yerran con sus propuestas, son
humanos.
El
consejo de los ciudadanos
Hemos llegado a un punto en que la
problemática catalana parece enquistada y hay que darle una
solución.
No sé si nuestro primer ministro conoce
o ha leído el artículo 92 de la CE, que dice así: —Las
decisiones políticas de especial transcendencia podrán ser
sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos.
En esta ocasión creo que merece la pena
que el responsable del Ejecutivo se deje aconsejar por sus
conciudadanos, por todos los españoles, los depositarios de la
soberanía nacional, en lo relativo a la independencia de Cataluña,
un problema que a todos nos compete, por historia, cultura, nexos
económicos, relaciones personales, familiares y de todo tipo y por
el contrato que a todos liga y obliga, la Constitución. No olvidemos
que, precisamente, la soberanía nacional radica en el pueblo
español, es decir, en todos y cada uno de los ciudadanos, no en los
territorios, según dice el artículo 1.2 de ésa.
Basta convocar un referéndum consultivo con una sencilla pregunta: ¿Desestima la secesión de Cataluña?
Basta convocar un referéndum consultivo con una sencilla pregunta: ¿Desestima la secesión de Cataluña?
Creo que el sentido común del conjunto
de los españoles respondería juiciosamente, lo mejor para todos, si
exceptuamos la minoría de extremistas y descerebrados que llenan las
redes sociales y los comentarios de los periódicos de insultos,
descalificaciones y mentiras.
Además, los resultados de la consulta
nos permitirían conocer cuántos residentes en las provincias
catalanas apoyan su independencia.
Organizar
un referéndum cuesta un dineral, pero ahora se podría aprovechar el
superdomingo
electoral de esta primavera, de modo que los correspondientes gastos
se reducirían ostensiblemente. En
cualquier caso,
demasiados millones de euros nos han costado, hasta la fecha, el
llamado procés
y sus consecuencias.
Reconozco
que una convocatoria de esta naturaleza, que nadie podrá nunca
tildar de ilegal ni antidemocrática, requiere valentía política y
determinación.
PD.
Es de una enorme irresponsabilidad convocar elecciones generales
el 28 de abril y no simultanearlas con el superdomingo
de mayo, con el desembolso que ello conlleva. Todo por motivos
electoralistas.
Por
ejemplo, ¿cuántas plazas de médicos de atención primaria o
especialistas, escasean en toda España, se podrían cubrir con el
dinero que vamos a pagar por esa cita electoral,
alrededor de 150 millones de euros? Grosso
modo,
un mínimo de 180 facultativos durante 10 años1.
No
nos gobiernan pensando en los ciudadanos, sino en sus intereses de
partido.
1
Costes salariales estimados basados en informes de Medscape.
Cuanta razón...
ResponderEliminarEstimado Julio, certero en tu razonamiento.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
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