La faena
Julio Sánchez Mingo
A mi cuadrilla, con agradecimiento
D. M. D. |
Creo que le he pegado una larga cambiada a la parca. Salí de la lidia un poco trastabillado, pero unas semanas después mi estado es bastante satisfactorio.
La faena empezó con más de dos horas de retraso, de forma un tanto adversa, pues fui sometido a un afeitado integral del cuerpo que llevó más de una hora —dado lo velluda de mi condición—, lo que a la larga, en las semanas, incluso meses posteriores, produce unos picores desasosegantes, para caer después en manos de una ejecutante nada diestra en el uso del enema, el cual manejó como si se tratara de la pica de un varilarguero.
En las horas y jornadas sucesivas, ni sentí ni padecí. Solo recuerdo alguna visión de serpientes y monstruos de mil cabezas. Alucinaciones y pesadillas fruto, supongo, de la administración de mórficos para combatir el dolor. Los que sufrieron de verdad son familiares y amigos, testigos impotentes de todo el proceso, y que además vieron, con desesperación, como el lidiador no despertaba, algo inusual, en los cinco días posteriores a la intervención, apaciblemente abandonado en brazos de Hipnos. Al abandonar la plaza, parecía, dado mi estado físico, que un pabloromero me hubiera derribado y pateado repetidas veces.
Mi cuadrilla se comportó de manera excepcional, desde —utilizando su lenguaje— el fileteador principal —que ya lo quisiera contratar Arnault para coser sus modelos más exclusivos— hasta el último de los subalternos, pasando por los imprescindibles magos de la alquimia y las pócimas. Gracias a todos ellos fue posible salir con bien del trance y que la faena fuera un verdadero éxito.
Semanas después, solo quedan destellos muy fragmentados de lo vivido tras despertar. Ya se encargan los cercanos de referir infinitos sucesos y anécdotas.
La empresaria taurina a cargo de la organización del evento ha demostrado, a lo largo de todo este proceso, su incompetencia, incapacidad, mala fe, un discurso lleno de mentiras y falsedades y su falta de dotes para administrar lealmente los fondos que los socios ponen en sus manos. Desde diciembre de 2021 en que se inició su preparación, el paseíllo no tuvo lugar hasta el 23 de febrero de 2023, con demoras intermedias de incluso más de cuatro meses y una espera final superior a seis meses. Para más inri, las hamburguesas que se ofrecen a los toreros en el coso taurino de la calle Doctor Esquerdo marcan un hito en la tan cacareada, por esa señora, bondad de la gastronomía y restauración madrileñas.
La naranja que mejor me ha sabido en la vida, que aplacó mi sed abrasadora al poco de trasladarme a la habitación de convaleciente, me la consiguió, Dios sabe de donde, un ángel que se esforzó por obtenerla en un lugar donde la fruta es un alimento exótico. Todo un triunfo por su parte.
A pesar de todo, el saldo es muy positivo.
PD. El lenguaje taurino forma parte de nuestro acervo cultural. Ahora que los toros están de capa caída, no me gustaría que se perdiera. El español se empobrecería notablemente.
Enhorabuena Julio por esa batalla que acabas de librar. Ahora a seguir disfrutando de tu Renacer. A disfrutar lo que la Vida ofrece. Un abrazo
ResponderEliminarDado que conservas intactos el humor y la ironía, te considero totalmente recuperado.
ResponderEliminarMe alegro infinito.
Que la visión en esta nueva plaza dónde tiene que continuar toreando el día a día, se refleje el tendido de Sol.
ResponderEliminarMe alegro mucho de leerte de nuevo. Un abrazo desde el corazón de Australia.
ResponderEliminarUn placer volver a disfrutar de tu acerbo verbo,ácido y culto,simpático o cruel,dependiendo del mensaje o del destinatario. Ben tornato. Un abrazo
ResponderEliminarEnhorabuena,prueba superada,me alegro muchísimo
ResponderEliminarAunque ha sido más dura de lo que yo pensaba,ha merecido la pena para tener una vida estupenda a partir de ahora
Muchos besos
¡Torero!, bravo por la faena exitosa, ya te esperamos en La Plaza México, para una corrida más agradable desde luego. Te mando un abrazo con mucho cariño.
ResponderEliminarMe alegro mucho que ya esté de regreso, felicidades,y más me alegra es que ya está haciendo lo que más le gusta
ResponderEliminarComo me alegro Julio de que, a pesar de la lidia sufrida, te hayas recuperado tan bien y estés de nuevo con la afición que te sigue incondicionalmente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!!
Estupendamente relatado.A vivir,pues,tu renacimiento.
ResponderEliminarSalud!
Me alegro de tu recuperación Julio, ánimo y adelante con tus relatos!!!! Un abrazo
ResponderEliminarTe has quedado corto contando los sinsabores por los que has tenido que pasar, lo sé de buena tinta. La parca no ha cortado el hilo y lo celebro con gran alegría. Ahora, cuídate y si es posible al lado del mar, la recuperación es seguro cuestión de tiempo. Un abrazo enorme!.
ResponderEliminarBuenas noches: Siguiendo con tu jerga, ÁNIMO Y AL TORO. ¿Para cuando un aperitivo?
ResponderEliminarQué bueno tenerte de vuelta en estos lares. Se te extrañaba. Abrazo grande desde Mexico.
ResponderEliminarUn regalo que vuelva el blog, una gioia perché il blog è LUI! (La Tobio)
ResponderEliminarBravo Maestro, a seguir toreando, que de esta has salido a hombros y por la puerta grande. Abrazos.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu éxito y encantada de volver a leerte!!
ResponderEliminarMe alegro muchísimo de que te haya ido bien. Deseo, de todo corazón, que te recuperes "a escape"
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte querido Julio…..me alegro mucho de tu recuperacion…hay que celebrarlo por todo lo alto…..un beso y hasta pronto
ResponderEliminarBienvenido a este mundo. No te has perdido nada en estos casi dos meses.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Soy la anónima del 17 la Fischesser……muchos besos
ResponderEliminarUn saludo Don Julio.
ResponderEliminarMe alegro que no le devolvieran a chiqueros, ni le dieran el tercer aviso.
Es la primera vez que escribo en tu blog, pero considero que no hay mejor motivo que este, sin duda. Me alegro mucho de que te hayas recuperado satisfactoriamente. Yo pasé por una situación similar, o incluso más grave, hace ocho años. Nos "quejamos", medio en broma, por eso lo entrecomillo, de que no nos toca la lotería, o un "pellizquito". Pero, como bien dicen algunos allegados, ya nos tocó el día que salimos con éxito del quirófano.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola Julito... Estos días me acordaba de ti pero no quise llamarte por temor a molestar. Me alegro mucho de tenerte de vuelta en esta otra faena. Un fuerte abrazo. Forza maestro.
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