19 marzo 2025

¿Hasta cuándo?

Julio Sánchez Mingo


2025-03-17. Anadolu.

Hace pocos días me escribía una sionista desde Argentina.

No podía admitir que yo dijera en mi artículo La fiera humana: “… ¿Por qué esos comportamientos atroces del ser humano? ¿Por qué esos cambios tan radicales, de ser víctimas a ser verdugos, como en el caso de los judíos, que, de sufrir el asesinato de millones de ellos a manos de los nazis durante la II Guerra Mundial, han pasado a masacrar en los últimos meses a los palestinos, acabando con la vida de casi 50.000 de ellos, gran parte mujeres y niños, y arrasando sus poblaciones? ¿Qué despierta ese instinto de fiera en el hombre? …”. 

Claramente, no había leído mi texto anterior La foto, donde yo había desarrollado más ampliamente mi opinión sobre el conflicto palestino israelí.

En su mensaje me insultaba y enumeraba una serie de argumentos a favor del sionismo y del exterminio del pueblo palestino que, a cualquier persona razonable y de bien, horrorizarían. Sus ideas y palabras rezumaban odio, deseo de venganza, intransigencia, fanatismo, cerrazón mental, irracionalidad, victimismo, prepotencia, visceralidad, racismo, ignorancia, crueldad, incultura, nacionalismo, supremacismo, impiedad, inclemencia, insensibilidad, egocentrismo, resentimiento, revanchismo, maldad, amén de presentar contradicciones e incoherencias varias, tergiversando y falseando la realidad. Como hubieran dolido y espantado a Primo Levi, judío sefardí, ciudadano italiano, superviviente de la monstruosidad de Auschwitz Monowitz-Buna, que escribió en su día que no podía perdonar a los nazis pero que, a pesar de todo, no los odiaba.

La madrugada de este pasado martes 17 de marzo, rompiendo el alto el fuego pactado, el ejercito israelí atacó y mató a más de cuatrocientas personas. Es lo que defiende y apoya mi interlocutora. Su respaldo y soporte, y el de otros como ella, más tantos intereses espurios, dan alas a los extremistas que ostentan el poder en Israel.



10 marzo 2025

Primavera

Julio Sánchez Mingo

A mi amigo Jesús


10 de marzo de 2025. Quercus robur. J. S. M.

No cesa de llover y hace frío. A estas alturas, la primavera, en alguna de sus manifestaciones, ya debería haber hecho acto de presencia. Otros años, por estas fechas, las flores de los olmos siberianos, tan abundantes en Madrid, ya han germinado y para mediados de marzo han cubierto las calles con sus semillas voladoras, las sámaras, que les permiten ser tan prolíficos. De una grieta entre dos baldosas del pavimento de una acera, surge un brinzal, que en unos meses se convertirá en un arbolito. Es la fuerza de la naturaleza.

Estos días, en que el tiempo soleado y más cálido se retrasa, estoy muy atento a mis últimas plantaciones.

A mediados de enero procedí a trasplantar a macetas mayores aquellos ejemplares que probablemente serán el canto del cisne de mi gran afición, desarrollada a lo largo de toda una vida, los árboles. Lamentablemente, una encina, para adquirir una talla considerable, requiere muchos años. Lo mismo que un roble. Aunque yo llegara a centenario, ya no hay tiempo suficiente para que pueda disfrutar del porte notable de mis últimas siembras de bellotas recolectadas en el Retiro. Las de encina, recogidas junto al Observatorio Meteorológico, y las de roble carballo, fruto del magnífico ejemplar cercano al ángulo noroeste del estanque grande. Uno de los dos robles que cuido muestra ya unas hermosas yemas a punto de estallar. Al olmo, que apareció a raíz desnuda en la terraza de mi cuarto de estar, arrancado de la maceta donde brotó por algún vecino de las plantas superiores, le apuntan levemente unas minúsculas hojitas. Y la encina, la joya de la corona, se mantiene, sin inmutarse, en su fase invernal. Pero, de la estaca de pumila que le puse como tutor, asoman unos renuevos primaverales. Parece que dijeran que ya está bien, que la primavera, aunque bien regada y verde, se tiene que imponer.

Entre nosotros son muy populares los dichos: Marzo ventoso y abril lluvioso, traen a mayo florido y hermoso y En abril, aguas mil, que la climatología de este año parece desmentir.